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La anorexia afecta a millones de personas de todo el mundo. Si conoces los munchies, estarás de acuerdo en que tiene sentido pensar que la marihuana podría ayudar a estimular el apetito. Pero es mucho más complicado. Dado que se ha encontrado un vínculo entre el SEC y el apetito, ¿es la hierba por sí misma una posible herramienta terapéutica?
Índice:
¿Cómo es tu relación con la comida? Aunque la mayoría de las personas no tienen ningún problema para tomar tres comidas al día (y picar algo entre ellas), otras sufren diversos trastornos alimenticios. Al menos el 9%[1] de la población mundial padece algún tipo de trastorno de la alimentación, y estas dolencias afectan a más del doble de mujeres que de hombres. No solo muere una persona cada hora como consecuencia directa de un trastorno alimentario, sino que además quienes los padecen también experimentan comorbilidades[2]de la ansiedad y trastornos del ánimo, se autolesionan y consumen drogas.
La anorexia es responsable de una parte importante de esa cifra. Esta afección surge como consecuencia de una imagen distorsionada del propio cuerpo, hasta el punto en el que quienes la padecen evitan comer y/o hacen ejercicio de forma excesiva en un intento por continuar perdiendo peso.
Dado que el consumo de marihuana está cada vez más extendido y la ciencia continúa analizando sus efectos sobre numerosas enfermedades, los investigadores están interesados en conocer la relación que existe entre la hierba y la anorexia. ¿Podría esta planta estimular el apetito y regular la alimentación? ¿O contribuye al trastorno? Descubre la relación entre la marihuana y la anorexia.
Existen varios tipos de trastornos alimentarios. Mientras que algunos se caracterizan por un consumo excesivo de alimentos durante un período de tiempo corto, otros se centran en evitar la comida por completo. Los tipos de trastornos alimentarios más frecuentes son:
Anorexia | Hace que las personas eviten los alimentos debido a una distorsión de la imagen corporal; incluso las que ya tienen un peso bajo se ven a sí mismas con sobrepeso, lo que les lleva a limitar la ingesta de calorías, a hacer ejercicio de forma excesiva, e incluso a pasar hambre. |
Bulimia | Mientras que la anorexia implica pasar hambre por voluntad propia, las personas que padecen bulimia consumen alimentos y, en general, presentan un peso corporal normal o superior a la media[3]. Esta afección se caracteriza por unos ciclos alternativos de dietas, atracones y purgas; después de consumir grandes cantidades de comida, las personas con bulimia generalmente se obligan a vomitar. |
Trastorno alimentario compulsivo | Esta afección consiste en ingerir grandes cantidades de comida durante un período corto de tiempo. Las personas que la padecen a menudo se dan “atracones” y experimentan sentimientos de culpa y vergüenza después de hacerlo. |
Anorexia | Hace que las personas eviten los alimentos debido a una distorsión de la imagen corporal; incluso las que ya tienen un peso bajo se ven a sí mismas con sobrepeso, lo que les lleva a limitar la ingesta de calorías, a hacer ejercicio de forma excesiva, e incluso a pasar hambre. |
Bulimia | Mientras que la anorexia implica pasar hambre por voluntad propia, las personas que padecen bulimia consumen alimentos y, en general, presentan un peso corporal normal o superior a la media[3]. Esta afección se caracteriza por unos ciclos alternativos de dietas, atracones y purgas; después de consumir grandes cantidades de comida, las personas con bulimia generalmente se obligan a vomitar. |
Trastorno alimentario compulsivo | Esta afección consiste en ingerir grandes cantidades de comida durante un período corto de tiempo. Las personas que la padecen a menudo se dan “atracones” y experimentan sentimientos de culpa y vergüenza después de hacerlo. |
La anorexia es a la vez un trastorno alimentario y una enfermedad mental grave recogida en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Se considera como la enfermedad mental más mortífera, ya que se ha demostrado que las personas con anorexia tienen 56 veces más probabilidades[4] de suicidarse que las que no padecen ningún trastorno alimentario. Al reducir drásticamente la ingesta de calorías y nutrientes, estos pacientes perjudican enormemente a sus cuerpos, lo que se traduce en una tasa de mortalidad del 5-20%. La escasez de esas sustancias fundamentales para la vida provoca pérdida ósea, daños cardíacos, atrofia muscular, infertilidad y problemas neurológicos.
Se desconocen las causas exactas de los trastornos alimentarios como la anorexia. Sin embargo, es probable que cada caso se deba a varios factores complejos, que incluyen:
Cuando una persona reduce la ingesta energética, su cuerpo comienza a presentar unas señales muy claras, y podría experimentar los siguientes síntomas:
Los familiares o personas cercanas a los pacientes podrían notar también ciertos signos y cambios en su comportamiento, como:
La anorexia tiene un pronóstico bastante alarmante. Muchos enfermos se quedan demacrados o muy delgados, y solo el 50% se recupera por completo. Pero ¿cómo recobran la salud y superan los problemas mentales asociados con este trastorno? Con varios métodos de tratamiento, que incluyen:
¿Merece la hierba un lugar entre las opciones de tratamiento anteriores? ¿Qué relación existe entre la marihuana y los trastornos de la alimentación?
Varios países han legalizado el cannabis para diversos trastornos. El dronabinol, una versión sintética del THC, fue aprobado por la FDA[5] a principios de los 90 como medicamento para personas con anorexia que experimentaban una pérdida de peso relacionada con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
El problema es que las personas anoréxicas siguen experimentando sensación de hambre, pero el lado psicológico del trastorno les permite ignorar ese impulso. A continuación echamos un vistazo a varios estudios que podrían ofrecernos algunas pistas sobre la relación entre la anorexia y la marihuana.
Pero primero, debemos repasar el posible vínculo entre el sistema endocannabinoide y la anorexia, ya que es la razón por la que la ciencia está interesada en el cannabis.
¿Has oído hablar del sistema endocannabinoide (SEC)? Hace varias décadas, el Dr. Raphael Mechoulam y otros pioneros de la ciencia cannábica descubrieron e investigaron algunos de los componentes de este sistema. Estos hallazgos llevaron a los investigadores a afirmar que el SEC desempeña la función de "regulador universal" dentro del cuerpo. Este conjunto de moléculas señalizadoras (endocannabinoides), receptores y enzimas es el responsable de mantener el equilibrio entre la mayoría de los sistemas corporales; y esos componentes se encuentran en los huesos, la piel, las neuronas, el corazón, el sistema inmunológico, etc.
Curiosamente, el SEC también tiene un papel clave en lo que respecta al apetito y el metabolismo. Más que una sensación general de hambre, el apetito está provocado por una compleja mezcla de mecanismos fisiológicos y psicológicos[6], así como antojos, preferencias alimentarias, motivación para comer, y patrones de alimentación.
El SEC ayuda a gestionar la homeostasis (equilibrio biológico), incluyendo la ingesta y el gasto energéticos. Esta red reguladora desempeña un papel clave en la sensación de hambre y nos motiva a buscar y consumir alimentos. Si has probado la marihuana, ya sabrás qué son los “munchies”. Este apetito voraz se produce porque el THC se une a los receptores CB1 del sistema endocannabinoide.
Y da la casualidad de que el cuerpo humano produce moléculas con una estructura muy parecida al THC, que también se unen a los receptores CB1 y estimulan el apetito[7].
La investigación en curso está estudiando los cannabinoides de origen vegetal como agentes estimulantes del apetito[8]. Estos sencillos compuestos podrían servirnos para "hackear" el SEC. Sin embargo, la anorexia va mucho más allá del apetito. Los investigadores están analizando los sistemas moleculares responsables de los trastornos alimentarios, y cómo la señalización del SEC podría influir en el comportamiento alimentario[9] y las supuestas propiedades gratificantes de los alimentos.
Los científicos continúan descubriendo más compuestos del SEC. Mientras que el SEC primario está formado por dos receptores, dos endocannabinoides y varias enzimas, el "SEC expandido[10]" consta de una gran cantidad de receptores, moléculas señalizadoras y enzimas adicionales. La ciencia ha empezado a analizar este sistema en relación con los trastornos alimenticios, y los investigadores lo reconocen como un sistema modulador clave del cerebro.
Ahora que ya conoces el papel potencial del SEC sobre los trastornos de la alimentación y la anorexia, vamos a echar un vistazo a los principales compuestos que influyen en este sistema fisiológico tan extenso.
El THC es el responsable del subidón de la marihuana; algo que consigue uniéndose directamente a los receptores CB1 del cerebro, los mismos receptores que desempeñan un papel fundamental en el apetito. Basándose en este mecanismo, los investigadores han analizado los efectos de la molécula en el ser humano para descubrir si influye en el apetito y el metabolismo, y cómo lo hace.
En un estudio doble ciego controlado con placebo, publicado en la revista Translational Psychiatry, se administró marihuana fumada, vaporizada, ingerida y un placebo a veinte participantes. Los investigadores buscaron cambios en el nivel de hormonas[11] con importantes funciones metabólicas, como la grelina y la insulina.
En otro ensayo con humanos[12] publicado en el Israel Journal of Psychiatry, se administró THC a nueve participantes femeninas mayores de 18 años y diagnosticadas con anorexia crónica. Cada sujeto recibió 1mg/día durante una semana, y 2 mg/día durante otras tres semanas. Por medio de cuestionarios, los investigadores recopilaron datos subjetivos con los que hacer un seguimiento de las mejoras en el cuidado del cuerpo, la sensación de ineficacia, el ascetismo y la depresión autodiagnosticados.
Sin embargo, esta investigación sigue siendo prematura e inconclusa. Una revisión sistemática[13] publicada en 2020 recopiló datos de numerosos ensayos que analizaron el THC y el dronabinol en el contexto de la anorexia. Los autores del estudio concluyeron que no hay suficientes pruebas y que es necesario realizar más investigaciones.
El cannabidiol, más conocido como CBD, es el segundo cannabinoide más abundante en la mayoría de variedades de marihuana modernas. A diferencia del THC, el CBD no produce efectos psicotrópicos porque no se une directamente a los receptores CB1.
Este cannabinoide ha cobrado mucha importancia en los últimos años debido a su falta de efectos que alteran la mente, y cientos de estudios han intentado descubrir cómo puede afectar esta molécula a diversas enfermedades. ¿Es la anorexia una de ellas?
Lamentablemente, no se han estudiado los efectos del CBD sobre los trastornos alimentarios. Pero los ensayos en curso[14] están administrando este cannabinoide a pacientes con el síndrome de anorexia-caquexia asociado al cáncer, una afección debilitante que produce pérdida de peso y atrofia muscular como consecuencia de tumores malignos.
Aunque no hay suficientes ensayos, el THC y el dronabinol han sido aprobados para ciertos pacientes con anorexia. Es muy probable que pronto se lleven a cabo más estudios sobre el CBD en este contexto. Un ejemplo de esto es una investigación actual[15] de los efectos del CBD sobre la ansiedad a la hora de las comidas en personas con anorexia.
Hay muy pocos estudios que relacionen la planta de marihuana con esta afección. Un caso práctico[16], publicado en 2013, observó a un paciente con anorexia que consumió marihuana durante un período de tres años. Sin embargo, los autores afirman que hasta ese momento no conocían ningún otro caso similar, y que esa comorbilidad es algo excepcional.
Los aficionados a la marihuana tienen varias opciones a la hora de consumir productos con CBD y marihuana rica en THC. A algunas personas les gusta fumar, mientras que otras prefieren tomar alimentos con cannabis. Los métodos de administración más populares son:
A pesar de la popularidad de los métodos anteriores, siguen faltando datos en lo que respecta a la biodisponibilidad y recomendaciones de dosificación. Tanto el THC como el CBD también tienen unos efectos secundarios únicos, como se detalla a continuación.
Aumento del ritmo cardíaco | Problemas de coordinación | Sequedad bucal | Ojos rojos |
Pérdida de memoria | Miedo | Ansiedad |
Aumento del ritmo cardíaco | Problemas de coordinación | ||||||
Sequedad bucal | Ojos rojos | ||||||
Pérdida de memoria | Miedo | ||||||
Ansiedad |
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Sequedad bucal | Fatiga | Disminución del apetito |
Somnolencia | Malestar estomacal | Interacciones con muchos medicamentos con receta |
Sequedad bucal | Fatiga |
Disminución del apetito | Somnolencia |
Malestar estomacal | Interacciones con muchos medicamentos con receta |
La marihuana sigue siendo ilegal en muchos países del mundo. Aunque algunos estados de EE.UU. y ciertas naciones europeas cuentan ahora con programas de cannabis medicinal (y en unas cuantas se permite incluso su consumo recreativo), países como Reino Unido, Noruega, Suecia, Francia y muchos otros de África y Asia tienen unas políticas muy estrictas contra la marihuana recreativa. Sin embargo, el CBD con fines holísticos y recreativos es legal en mucho sitios.
Actualmente, los médicos estadounidenses de estados en los que la marihuana es legal pueden recetarla para combatir la pérdida de apetito[17] y el adelgazamiento asociados con el VIH y el dolor neurálgico. Sin embargo, la anorexia parece encontrarse en una especie de área gris, debido en parte al carácter complejo de la enfermedad y a la escasez de datos clínicos existentes.
La relación entre el cannabis y la anorexia sigue siendo un misterio. No hay suficientes datos fidedignos que demuestren que la hierba influye en el apetito, el deseo de comer, y las causas psicológicas subyacentes de este trastorno alimentario. Sin embargo, la importancia del SEC para la regulación del apetito y las conductas alimentarias lo convierte en un objetivo terapéutico muy prometedor, y los cannabinoides son una de las formas más potentes de influir en este sistema.
Aunque la ciencia ha analizado con éxito la marihuana consumida por vía oral, vaporizada y fumada en ensayos con humanos, es necesario realizar estudios con muestras más grandes para descubrir la verdadera relación entre la hierba y los trastornos alimentarios.