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Hay muchos tipos de macetas para cannabis. Las diferentes opciones ayudan a lograr mejores resultados en función del clima y de la genética. Las macetas de plástico estándar son ideales para las zonas más cálidas, ya que retienen mejor el agua, mientras que las de tela y las air-pots evitan el encharcamiento y ofrecen las ventajas de la poda aérea.
Índice:
Para conseguir la mejor cosecha posible al cultivar marihuana, hay que tener en cuenta muchos factores, incluyendo la elección de la maceta. Hay varios tipos de macetas para elegir, y las más utilizadas son:
Cada una de estas tiene sus propias ventajas e inconvenientes.
Además del tipo de maceta, hay que tener en cuenta su tamaño. Si cultivas variedades autoflorecientes, es mejor sembrarlas directamente en macetas de 11 litros, donde pueden permanecer durante todo el ciclo de cultivo. Las variedades fotoperiódicas suelen sembrarse en bandejas de germinación o en macetas pequeñas, y luego deben trasplantarse a macetas más grandes a medida que crecen las plantas.
No existe un criterio único a la hora de elegir una maceta para marihuana.
Si entras en cualquier tienda de jardinería o hidroponía, encontrarás una gran selección de tiestos, desde las tradicionales macetas de barro hasta las más modernas de plástico. Y también encontrarás macetas de tela.
Los cultivadores caseros llevan utilizando las fiables macetas estándar desde hace generaciones. La maceta de barro cocido o terracota, inventada en tiempos tan remotos como el año 575 a.C[1]., se ha usado para cultivar flores, plantas aromáticas y hortalizas durante miles de años. Pero a pesar de su antigüedad, las macetas de barro no han pasado de moda; un gran número de cultivadores siguen apreciándolas por su resistencia, estética y funcionalidad.
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Por otro lado, las macetas de plástico, patentadas en 1961, ofrecieron una alternativa más barata y duradera a los tiestos de barro. Así que, ¿qué es lo que atrae a algunos cultivadores a usar macetas estándar para cultivar marihuana? ¿Y qué disuade a otros?
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Las macetas de tela, también llamadas smart-pots, salieron al mercado 16 años después de que se patentaran las macetas de plástico. Inventadas en 1980 por un arboricultor de Oklahoma llamado Ralph Reiger, las smart-pots sustituyen la terracota y el plástico por un tejido duradero que mejora la ventilación y el drenaje. Reiger ideó estas macetas para mejorar la eficacia del cultivo y la cosecha de árboles, y los cultivadores de marihuana no tardaron en darse cuenta de sus impresionantes ventajas. Mucha gente también usa las macetas de tela para cultivar otras plantas, desde tomates hasta patatas. Para saber si este tipo de tiestos son la mejor opción para ti, tendrás que sopesar sus pros y sus contras.
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Gracias a la innovación se consigue mejorar un diseño y sus características, creando algo mucho más práctico que el invento original. En Royal Queen Seeds, hemos logrado precisamente eso con las macetas de tela. Aunque considerábamos que el diseño original tenía un gran valor, también detectamos algunos aspectos que podían mejorarse. Al incorporar una capa geotextil Aqua Breathe, básicamente mejoramos la durabilidad y la porosidad de la smart-pot. La capa adicional añade robustez a nuestras macetas, a la vez que consigue equilibrar un drenaje adecuado con una retención óptima del agua. A continuación, descubre las ventajas e inconvenientes de este nuevo diseño.
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Diseñadas por la empresa canadiense RootMaker Products en la década de 1990, las air-pots son algunas de las macetas más recientes en el mundo de la horticultura. Se distinguen del resto de macetas porque su exterior está recubierto por una serie de protuberancias, en cuya punta hay un agujero que permite el intercambio de aire. En muchos sentidos, las air-pots son una mezcla de las típicas macetas de plástico y las macetas de tela; están hechas de plástico resistente, pero también ofrecen las ventajas de la poda aérea y un mejor drenaje. Echa un vistazo a sus pros y contras para ver si son adecuadas para ti.
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Básicamente, las bolsas de cultivo para cannabis son macetas de tela con algunos cambios en el diseño, que se comercializan específicamente para plantar marihuana. Las bolsas de cultivo de buena calidad están hechas de un tejido resistente, por lo que durarán muchos ciclos de cultivo. Muchas también tienen asas grandes para poder moverlas fácilmente desde la intemperie hasta un lugar protegido como un invernadero. Las bolsas de cultivo también se han popularizado en el mundo de la horticultura, especialmente para cultivar patatas. Veamos las ventajas y desventajas de estas macetas.
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El sistema hidropónico hempy bucket funciona con cubos de plástico, normalmente de unos 20 litros de capacidad. Para usar este método, hay que hacer un agujero en el fondo del cubo y colocarlo sobre una bandeja colectora. Entonces, los cubos se llenan con un sustrato que retenga el agua, como la perlita, donde se trasplantan las plántulas. A continuación, los cultivadores riegan el sustrato manualmente con una solución nutritiva, que se va depositando en la bandeja. El sustrato absorbe el agua y los nutrientes del depósito situado debajo, lo que fertiliza e hidrata las plantas. Aunque es diferente al cultivo en tierra, los cubos de plástico usados en este sistema no son muy distintos a las macetas de plástico normales.
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Hay varias opciones para recoger y eliminar el exceso de agua de las macetas, para evitar que la zona de cultivo se encharque. A continuación, te mostramos dos opciones muy utilizadas para recoger el agua de escorrentía (el agua que sale por debajo de las macetas tras regar). Una vez recogida, puedes aprovecharla de varias maneras, como usarla para volver a regar las plantas o para humedecer la compostera o la pila de compost.
Los platos para macetas se usan habitualmente para recoger el agua de escorrentía. Con forma redonda, se colocan directamente debajo del tiesto, donde evitan que el agua se derrame por el suelo o la repisa de la ventana. Si optas por esta opción, tendrás que elegir un plato compatible con el tamaño de tu maceta. Si eliges uno demasiado pequeño, el agua se derramará por los lados, por lo que el plato no servirá para nada. Los platos son especialmente útiles para recoger el agua de escorrentía de las air-pots, ya que el agua se escurre rápidamente por la base.
A veces, los platos no tienen capacidad suficiente para recoger el agua de escorrentía de las macetas más grandes. En este caso, las bandejas son una buena alternativa. El tamaño de la bandeja de cultivo siempre debe ser mayor que el tamaño de la maceta, para poder recoger el agua sin problemas. Algunas bandejas de cultivo son lo suficientemente grandes para cubrir la mayor parte del suelo de un armario de cultivo pequeño, lo que te permite usar una sola bandeja para recoger el agua de escorrentía de varias plantas.
El tamaño de la maceta depende exclusivamente de tus objetivos como cultivador. Si quieres cultivar plantas enormes, necesitarás una maceta grande; si prefieres plantas pequeñas y discretas, tendrás que usar un tiesto pequeño. El tamaño de la maceta también depende del tipo de genetica que cultives, ya que las variedades fotoperiódicas suelen necesitar macetas más grandes que las autoflorecientes para poder alcanzar su potencial genético.
Abajo se muestran los tamaños de maceta ideales para las plántulas de cannabis y las variedades autoflorecientes. Pero primero veamos el tamaño de maceta que suele usarse para las variedades fotoperiódicas durante todo su ciclo de cultivo:
Las semillas de marihuana fotoperiódicas suelen sembrarse en una maceta pequeña, y luego se van trasplantando a macetas de mayor tamaño hasta que sean lo suficientemente grandes para la maceta final, donde pasarán el resto del cultivo. Algunos cultivadores optan por sembrar las semillas en bandejas semillero (bandejas de germinación divididas en alveolos) antes de trasplantar las plántulas a macetas más grandes. Sin embargo, con esta opción tendrás que calcular bien el tiempo para evitar que las raíces de las plántulas crezcan anudadas. Una alternativa sencilla es usar una maceta de plástico de 1 litro, que es un buen hogar para una plántula fotoperiódica, a la vez que reduce las probabilidades de que las raíces crezcan enredadas. Siembra las semillas directamente en estas macetas, y una vez que el follaje de la plántula sobrepase la circunferencia de la maceta, trasplántalas a un tiesto más grande, por ejemplo de 5 litros.
Dado que las autoflorecientes crecen rápidamente y los cultivadores no pueden controlar cuándo empiezan a florecer, se suele evitar trasplantarlas. El trasplante puede estresarlas y frenar su crecimiento, dejándoles muy poco tiempo para recuperarse. Al cultivar autoflorecientes, siembra las semillas directamente en una maceta de 11 litros y deja que las plantas crezcan en ella durante todo el cultivo para que crezcan de forma consistente y sean productivas.
Al cultivar marihuana al aire libre, no tienes por qué limitarte a hacerlo en macetas. Si trasplantas las plántulas a bancales elevados o directamente a la tierra, las raíces tendrán más espacio para crecer, lo que da lugar a plantas más grandes y a veces más productivas, que requieren un riego menos frecuente. No obstante, las macetas ofrecen la gran ventaja de poder mover las plantas de un sitio a otro. Esto es muy útil cuando hace mal tiempo, especialmente en la última etapa del cultivo, cuando los cogollos son más propensos a enmohecerse. Mover las plantas a un invernadero o a un espacio interior puede salvarte la cosecha.
La marihuana se puede cultivar en diversos sustratos. La mayoría de macetas que aparecen en este artículo son más adecuadas para usar con tierra. Sin embargo, la palabra “tierra” abarca muchas mezclas diferentes. Para lograr los mejores resultados, recomendamos usar un sustrato estándar para macetas y enriquecerlo con compost maduro, humus de lombriz y otros fertilizantes ecológicos, como algas marinas y guano de murciélago. Esto creará un depósito de fertilizantes de liberación lenta que mantendrá a las plantas bien nutridas durante todo el cultivo. También puedes añadir bioinoculantes, como hongos micorrícicos y tricodermas, que activarán el proceso de ciclaje de los nutrientes y reducirán el tiempo que tardan en llegar a las plantas.
Si eliges bien la maceta, estarás ayudando a tus plantas a comenzar su vida de la mejor manera posible. La variedad de cannabis que elijas y el clima de tu región determinarán, en gran medida, el tipo de maceta que utilices. Las típicas macetas de plástico son ideales para las regiones más cálidas, ya que limitan la evaporación. En cambio, las macetas de tela y las air-pots son excelentes para los lugares más fríos, donde el encharcamiento puede convertirse en un problema. Mientras que las variedades fotoperiódicas crecen mejor en macetas más grandes, las autoflorecientes dan buenos resultados si se siembran directamente en macetas de 11 litros. Ten en cuenta las características de cada una de las macetas mencionadas en este artículo y decide cuál es mejor para ti en función de tus objetivos como cultivador.