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Por Steven Voser

El hachís es, con diferencia, uno de los productos cannábicos más icónicos que existen, con un consumo y una elaboración que se remonta a la historia de la humanidad. El hachís es básicamente un concentrado de cannabis con una tradición muy antigua, que se puede hacer de muchas maneras. Puedes hacer un hachís más viscoso, o tipo charas, simplemente frotando las flores de cannabis entre tus manos. El kief, que es una consistencia más en polvo, puedes recogerlo de las flores secas durante el proceso de molienda y prensarlo en bloques grandes. Independientemente de cómo lo hagas, el hachís casi siempre ofrece un efecto claro, lúcido y eufórico.

Aquí tienes 5 cepas rebosantes de resina con las que puedes hacer tu próxima tanda de hachís de primera calidad.

1. Royal Gorilla

La Royal Gorilla es una variedad de cannabis increíblemente potente, lo que la convierte en una opción perfecta para hacer un hachís muy intenso. La Royal Gorilla ofrece un equilibrio perfecto, con un 50% de genética sativa y un 50% índica. Es el fruto del amor de las cepas parentales Sour Dubb, Chem Sis y Chocolate Diesel. Este proyecto de cría dio como resultado una cepa con unos niveles de THC que raramente se habían visto antes, alcanzando hasta un 27%. Las flores de la Royal Gorilla están impregnadas de resina psicoactiva, por lo que son perfectas para hacer a mano un hachís increíble, de primera categoría. Su efecto es relajante y estimulante, ya que los cannabinoides y los terpenos que contiene la cepa trabajan para relajar el cuerpo mientras despiertan la mente. Para colmo, la Royal Gorilla ofrece aromas y sabores muy intensos, a tierra y pino.

La Royal Gorilla se desarrolla bien tanto en interior como en exterior. En interior, te dará cosechas de entre 500-550g/m² y alcanzará alturas de hasta 160cm. Las plantas de exterior crecerán un poco más, hasta 170cm y te darán cosechas de unos 600g por planta. Tiene un tiempo de floración de 8-9 semanas, y las plantas de exterior suelen estar listas para cosechar a mediados de octubre.

2. OG Kush

La OG Kush es otra variedad excelente a tener en cuenta para hacer hachís. Ofrece efectos potentes, sabores muy ricos y buenas cosechas. La OG Kush es una señorita de dominancia índica con una composición genética consistente en un 75% índica y un 25% sativa. Esta proporción da como resultado un efecto fundamentalmente de colocón, que te relajará el cuerpo. Es una hierba perfecta para fumar al final de un día largo y estresante, para calmar el sistema nervioso e inducir un sueño reparador. Las flores de la OG Kush contienen un 19% de THC, lo que da como resultado unos efectos muy satisfactorios sin ser demasiado intensos. Esta cepa es el resultado del cruce de las cepas parentales Chemdawg, Lemon Thai y Pakistani Kush. El perfil de terpenos de su resina da como resultado sabores y aromas a cítricos, pino y frutas. Para colmo, el hachís hecho con esta variedad, además de ser bastante calmante, es delicioso.

La OG Kush crece bien tanto en interior como en exterior, y prefiere los climas suaves. Las plantas de interior pueden llegar a producir entre 425-475g/m² y alcanzar alturas de entre 90-160cm. Las plantas de exterior, por otro lado, pueden producir hasta 550g por planta y crecer hasta 220cm. La OG Kush tiene un tiempo de floración de 7-9 semanas, con plantas de exterior listas para cosechar durante el mes de octubre.

 

3. Ice

La ICE es una cepa muy apreciada entre los productores de hachís debido a su población masiva de tricomas. De hecho, debe su nombre a este rasgo, heredado de la Indica Crystal Extreme. La ICE fue creada como parte de un proyecto de cría en el que participaron unas cepas parentales tan legendarias como la Afghan, la Northern Light y la Skunk. El resultado fue una cepa de dominancia índica súper potente, con un 90% de genética índica y solo un 10% sativa. Esta bestia índica produce flores compactas y densas que relucen debido a la cantidad de tricomas que contiene. Se pueden hacer cantidades enormes de hachís frotando sus flores sobre un tamiz o recolectando tricomas al moler cogollos secos. El efecto de este hachís es un colocón corporal contundente que te pegará al sofá con un apetito voraz. Cada calada irá acompañada de sabores deliciosos de especias, hierbas y menta. Las flores de la ICE cuentan con un 18% de THC.

Las plantas de interior producen cosechas de unos 400-450g/m² y alcanzan alturas de 80-120cm. Las plantas de exterior te darán entre 500-550g por planta, y crecerán un poco más, hasta los 2m. La ICE prefiere los climas templados y tiene un período de floración de 8-10 semanas. Las plantas de exterior estarán listas para cosechar durante el mes de septiembre.

 

4. Sherbet Queen

La Sherbet Queen es una planta de dominancia índica que simplemente está cargada de sensaciones afrutadas. Los olores y sabores de esta reina son tan penetrantes que la convierten en una planta muy codiciada para hacer hachís. La mezcla de esos sabores, con un efecto de euforia, harán que la recuerdes para siempre. Pero no es de extrañar que una cepa contenga tanta calidad, si tenemos en cuenta que desciende de la Girl Scout Cookies. La Sherbet Queen cuenta con un 85% de genética índica, un rasgo que se aprecia perfectamente en sus efectos. Unas cuantas buenas caladas de esta variedad te darán como resultado una relajación total, un efecto "atrapasofá" y una sensación de ausencia de estrés.

La Sherbet Queen es una variedad relativamente fácil de cultivar y no requiere demasiada atención. Produce buenas cosechas y crece bien tanto en interior como en exterior. Las plantas de exterior estarán listas para cosechar entre finales de septiembre y principios de octubre.

 

5. White Widow

White Widow es un nombre muy conocido en el mundo cannábico. Esta variedad tan galardonada está envuelta de misterio, ya que sus orígenes concretos todavía no están confirmados. Sin embargo, lo que se sabe es que esta cepa es todo un clásico holandés y que se cultivó por primera vez en Holanda. La leyenda dice que la White Widow surgió de forma salvaje como una variedad autóctona de Brasil, y que fue polinizada por un híbrido índica de una región del sur de la India. La cepa presenta un equilibrio perfecto, con un 50% de genética índica y un 50% de genética sativa. Esto la hace ideal para hacer un hachís que estimule la mente y relaje el cuerpo. Esta cepa presenta un contenido de THC del 19% junto con unos niveles medios de CBD. Cada calada está impregnada por sabores a tierra y pino.

La White Widow se puede cultivar en interior y exterior, dando resultados excelentes en ambos entornos. Las plantas de interior producirán cosechas de unos 450-500g/m² y alcanzarán alturas de 60-100cm. Las plantas de exterior te darán hasta 600g por planta y crecerán unos 190cm como mucho. Tiene un tiempo de floración de 8-9 semanas, y las plantas de exterior estarán listas para cosechar a finales de octubre.

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