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By Luke Sumpter


Los avances en la secuenciación genética del cannabis están haciendo que la clasificación de las variedades sea más precisa. En lugar de basarse en la altura de la planta, la forma de la hoja y la palabra de los bancos de semillas, los cultivadores del futuro próximo podrán tener acceso a la huella genética del cannabis (CGF) de una variedad.

Este marcador biométrico de cada variedad, que se considera revolucionario para la industria del cannabis, mejorará la investigación científica, garantizará los derechos de los criadores y ayudará a los consumidores médicos y recreativos. Sigue leyendo para saber quién ha desarrollado esta tecnología innovadora y cómo va a definir el panorama del cannabis en el futuro.

Israel: Un polo de innovación del cannabis

Israel y el cannabis tienen una relación especial. Los investigadores de las universidades del país fueron los primeros en descubrir el THC y los componentes clave del sistema endocannabinoide. En la actualidad, las empresas israelíes de investigación y desarrollo están analizando cómo afectan ciertas mezclas de terpenos a la inflamación de los pulmones[1] y el potencial de la combinación de cannabinoides y hongos medicinales para ciertas enfermedades.

En medio de esta avalancha de innovaciones, una de las empresas pioneras en el sector del cannabis de Israel ha descubierto una forma de clasificar biométricamente las variedades de cannabis. Los investigadores de Tikun Olam Cannbit, con el apoyo del Laboratorio de Metabolismo Vegetal del Instituto de Investigación de Galilea (MIGAL), han completado recientemente el desarrollo de un sistema interno que utiliza esta tecnología.

El genetista de la empresa, Asaf Salmon, comentó la importancia de este desarrollo, afirmando que "la determinación de la identidad de la planta basada en su ADN típico permite una identificación independiente, fiable y estadísticamente válida, más que cualquier otro parámetro biológico que hayamos tenido hasta ahora"[2].

En estos momentos, la empresa acepta muestras de hojas de los interesados de Israel que quieran secuenciar sus cepas. Los que proceden de otros países deben procesar muestras de ADN de sus cepas antes de enviarlas para el análisis del CGF.

Pero aún es pronto. Tikun Olam Cannbit espera ampliar su sistema y ofrecer la tecnología a laboratorios e instituciones de todo el mundo, permitiendo a los cultivadores, criadores e investigadores la posibilidad de obtener el CGF de sus cepas más cerca de casa.

Israel: Un polo de innovación del cannabis

El problema de las variedades de cannabis

Acceder al CGF de una cepa ayudará a aclarar las turbias aguas de los actuales sistemas de clasificación. Los informes han demostrado que los nombres de las cepas no reflejan necesariamente la composición de un determinado cultivar, lo que conduce a una falsa sensación de diversidad dentro del mercado[3]. Gran parte de esta confusión surge del hecho de que los nombres de las cepas y sus efectos se clasifican al margen de los sistemas de clasificación científica y taxonómica[4].

Los medios más válidos desde el punto de vista científico para clasificar el cannabis, como los quimiovares y los quimiotipos, agrupan las variedades en función de sus cannabinoides y terpenos clave. Aunque esto ayuda a los investigadores y a los consumidores a buscar los efectos deseados, deja mucho que desear en lo que respecta a la genómica, un campo de estudio vital para la comprensión científica del cannabis, así como para los proyectos de cría comercial.

La secuenciación de la genética de cada "cepa" devolverá el sentido y la función a esta pieza clave del léxico del cannabis. En lugar de confiar en que miles de semillas etiquetadas como "Hindu Kush" pertenezcan realmente a ese linaje, desarrollen hojas de dedos gruesos y produzcan un efecto de colocón, los criadores y cultivadores pronto podrán adquirir semillas con un CGF que prometa esas características.

Disponer de la secuencia genética de una variedad a disposición de todo el mundo sustituirá al boca a boca y al marketing, abriendo las puertas a un mercado más transparente y basado en pruebas.

Secuenciación del cannabis: Una bendición para los criadores

Durante décadas, los datos cualitativos dominaron el ámbito de la cría de cannabis. Aunque la prohibición obligó a los cultivadores a pasar a la clandestinidad, se las arreglaron para crear variedades atemporales que muchos fumadores siguen admirando con nostalgia. Los habilidosos horticultores que estaban detrás de estas variedades utilizaban sus ojos para juzgar la forma y el rendimiento, sus papilas gustativas para analizar los perfiles de terpenos y sus mentes para valorar los efectos psicotrópicos. Se quedaban con los ejemplares que presentaban las cualidades más interesantes y los cruzaban con otros que encajaban bien.

Aunque esta antigua forma de crear híbridos funciona, no es la más eficiente. La moderna, inmensa y multimillonaria industria del cannabis exige la precisión y eficiencia de un enfoque cuantitativo. Aunque en muchos dispensarios todavía te encontrarás con las anticuadas ideas de las variedades "índica" y "sativa", la ciencia del cannabis ha sentado las bases para una revolución cuantitativa.

Estamos a punto de entrar en la era de los perfiles fitoquímicos precisos en los puntos de venta, y de la secuenciación genética en el mundo de la cría.

La genómica agrícola allanó el camino para la mejora de los cultivos en la alimentación. La secuenciación de la genética de determinadas especies ha permitido a los cultivadores seleccionar y desarrollar variedades de élite que ofrecen un alto rendimiento, resistencia a las plagas y tolerancia al estrés ambiental[5]. La prohibición creó un período de latencia entre el desarrollo de esta tecnología y su aplicación a la marihuana, pero eso está a punto de cambiar.

Los avances en la genómica del cannabis ya han determinado genes específicos que codifican enzimas que influyen en el perfil fitoquímico de una cepa. Por ejemplo, los genes que codifican la enzima THCA sintasa provocan la conversión de CBGA (el "cannabinoide madre") en THCA, el precursor del THC. Las cepas que contienen estos genes son más psicotrópicas que las que carecen de ellos.

Pero la cosa va mucho más allá de los niveles de THC. Los criadores han tenido acceso a pruebas de laboratorio durante años para determinar los perfiles de cannabinoides y terpenos de sus cultivos. Pero la secuenciación genética les permitirá determinar muchos de los resultados fitoquímicos de sus plantas ya en la fase de plántula. Los mapas del genoma de cada cepa también permitirán a los criadores seleccionar la genética que cataliza la creación de cannabinoides novedosos, como el CBC.

Secuenciación del cannabis: Una bendición para los criadores

¿Pueden los datos del CGF mejorar la investigación del cannabis medicinal?

Hay muchas barreras que obstaculizan la buena marcha de la investigación sobre el cannabis medicinal. A medida que la legalización sigue extendiéndose por diferentes países, los científicos reclaman una comprensión más clara de la hierba y de cómo nos afecta, tanto positiva como negativamente. Para lograrlo, los investigadores necesitan trabajar con muestras que estén realmente disponibles para los consumidores a través de dispensarios y otros puntos de venta.

Para situarnos en contexto, en Estados Unidos los científicos del cannabis tienen restringido el material con el que pueden trabajar. La Agencia para el Control de Drogas (DEA) ha limitado durante mucho tiempo a los investigadores a un único proveedor legal; la Universidad de Mississippi proporciona a los laboratorios cannabis molido, congelado y en polvo, una de las hierbas de peor calidad que existen.

A medida que la DEA siga aprobando más investigaciones relacionadas con la marihuana, los científicos esperan que mejore la calidad y la diversidad del material[6]. A medida que la tecnología CGF entre en los laboratorios de todo el país, permitirá a los investigadores estudiar muestras idénticas a las disponibles para los consumidores. No solo estamos hablando de perfiles de terpenos y cannabinoides similares, sino de material casi genéticamente idéntico. Esto, a su vez, permitirá acumular datos relevantes sobre los efectos de diferentes cepas en distintas poblaciones.

Se avecinan grandes cambios

El CGF de una cepa abrirá otras vías de mejora guiada por la genética, ayudando a la selección y desarrollo de la forma de la flor, la resistencia a los patógenos e incluso la absorción de nutrientes y la capacidad de cosecha. Esta tecnología cambiará la forma de criar cannabis. Algunas voces del sector son increíblemente optimistas y sugieren que, en cuestión de años, todas las cepas que producimos actualmente desaparecerán en el olvido, para ser sustituidas por variedades inéditas nacidas de este nuevo proceso de selección genética[7].

Fuentes Externas
  1. New Research Suggests Terpenes And CBD Work 2X’s Better For Covid-19 Inflammation Than Corticosteroid https://www.forbes.com
  2. Israeli company develops system to identify, track cannabis strains - The Jerusalem Post https://www.jpost.com
  3. Cannabis Chemovar Nomenclature Misrepresents Chemical and Genetic Diversity; Survey of Variations in Chemical Profiles and Genetic Markers in Nevada Medical Cannabis Samples - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
  4. Cannabis: From Cultivar to Chemovar II—A Metabolomics Approach to Cannabis Classification https://www.liebertpub.com
  5. Genomics and our future food security - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
  6. DEA Moves Toward Approving More Research Marijuana Growers | The Scientist Magazine® https://www.the-scientist.com
  7. Inner Workings: Genomics blazes a trail to improved cannabis cultivation - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
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