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¿En qué se diferencian un coffeeshop y un dispensario de marihuana?
Para muchas personas, sigue siendo necesario conseguir cannabis de forma ilegal. Sin embargo, en un número cada vez mayor de países y estados, es posible comprar hierba sin infringir la ley. En este artículo analizamos dos establecimientos que ofrecen productos de marihuana legales o no ilegales: dispensarios y coffeeshops.
Mientras que la mayoría nos tenemos que mover entre las sombras para todo lo relacionado con la marihuana, algunas personas viven en lugares donde la hierba está despenalizada o legalizada. En ellos, se puede entrar en un dispensario, coffeeshop o club de cannabis, examinar de cerca varios productos, comprar el que más te guste, ¡y llevártelo a casa sin infringir la ley!
Hay gente muy afortunada.
En este artículo, vamos a explicar las diferencias entre dos de los principales minoristas de marihuana: coffeeshops y dispensarios.
Índice:
¿Qué son los coffeeshops?
Los coffeeshops son unos establecimientos más o menos exclusivos de los Países Bajos. En la década de los 70, el gobierno holandés introdujo una nueva legislación que despenalizó de forma efectiva la venta, compra, posesión y consumo de marihuana. Sin embargo, en Holanda la producción de cannabis sigue siendo ilegal.
Pero los coffeeshops existen en una especie de vacío legal. Técnicamente, la venta y el consumo de hierba son ilegales en este país, aunque algunos cafés pueden conseguir licencias que les permiten llevar a cabo este tipo de actividades. La existencia de estos coffeeshops se debe a que, en los años 70, los cafés comenzaron a actuar como tapaderas para el comercio ilícito de productos cannábicos. Con el tiempo, estos locales se institucionalizaron hasta cierto grado.
Así que los coffeeshops son cafeterías con licencia para vender marihuana. Por eso, los “dispensarios” holandeses tienen que vender hierba junto a alimentos y bebidas.
¿Qué son los dispensarios de cannabis?
Los dispensarios de cannabis son tiendas que solamente venden marihuana y productos relacionados. Son comercios con licencia para este fin, en lugar de cafeterías que también tienen licencia para vender cannabis.
Existen casi exclusivamente en Estados Unidos, aunque también hay algunos en Canadá. Las maneras en que los dispensarios operan y encajan dentro de la ley son distintas en función del estado en el que se encuentren. Algunos solo pueden vender cannabis a clientes que dispongan de un certificado médico, otros únicamente a sus miembros, y otros a personas mayores de cierta edad.
En los dispensarios de marihuana trabajan “budtenders”, que son empleados que conocen muy bien los productos que venden y pueden aconsejar a los clientes sobre sus compras. Dado que los dispensarios obtienen su material de plantaciones legales, suelen ofrecer una gran variedad de productos de cannabis de muy alta calidad.
¿En qué se diferencian los coffeeshops de los dispensarios?
Aunque entre ambos negocios existen varias similitudes, también hay unas diferencias claras.
🍁 Selección
En general, los dispensarios ofrecen más variedades y productos de cannabis. Por ejemplo, es más probable que encuentres cogollos, hachís, concentrados, comestibles, cartuchos de vapeo, etc. En cambio, en los coffeeshops, la oferta se limita a cogollos, hachís y comestibles, y su selección también es menos variada.
Además, algunos dispensarios venden productos relacionados con las plantas y el cultivo. Es decir, semillas, esquejes y plantas de marihuana que no encontrarás en los coffeeshops holandeses.
👛 Precio
Los precios pueden variar de forma notable tanto entre los coffeeshops como entre los dispensarios. Sin embargo, en estos últimos, es probable encontrar una diferencia de precios más grande. Y además pueden ofrecer productos que van desde bolsitas baratas con los restos del procesamiento del cannabis hasta cogollos de primer nivel, comestibles, concentrados y blunts ya liados y listos para fumar.
En los coffeeshops holandeses, la oferta es más limitada y, como consecuencia, también lo son los precios.
🆘 Servicios
La principal función de los coffeeshops es servir a consumidores con fines recreativos. No tienen licencia para vender productos medicinales y, por lo tanto, sus servicios son más limitados, aunque esto varía de un local a otro. Algunos cuentan con un personal muy bien informado, capaz de aconsejar de forma exhaustiva sobre los cogollos que venden, mientras que en otros no saben mucho sobre sus propios productos.
En cambio, los dispensarios se suelen tomar sus funciones muy en serio. Esto se debe, en parte, a que en un principio surgieron para atender a clientes que necesitaban marihuana por razones médicas. Por eso, era necesario que el personal estuviera bien informado sobre los productos disponibles. Esta costumbre se ha mantenido, y quienes compran con frecuencia en dispensarios de cannabis saben que sus empleados son un pozo de sabiduría cannábica.
🔺 Accesibilidad
Las personas que pueden acceder a los coffeeshops y los dispensarios varían en función de la ubicación y de las leyes de cada zona. Por ejemplo, la mayoría de los coffeeshops de los Países Bajos permiten la entrada a cualquier persona mayor de 18 años. Pero hay algunos que no funcionan así, como por ejemplo, los de Maastricht, una ciudad que está situada muy cerca de las fronteras con Alemania y Bélgica. Durante mucho tiempo, los habitantes de estos países viajaban a Maastricht para comprar marihuana y llevarla de vuelta a su país. Y como consecuencia, ahora existen leyes que solo dejan entrar a los residentes holandeses; y además son muy estrictas.
Como ya hemos comentado, en EE.UU., la ubicación determina quién puede acceder a los dispensarios. Algunos estados son muy liberales, mientras que en otros el acceso puede estar bastante restringido. En la mayoría de los casos, hay que ser mayor de 21 años para comprar marihuana recreativa, o de 18 y tener una tarjeta médica para acceder a la marihuana medicinal.
¿Qué otros establecimientos de marihuana existen?
Aunque los dispensarios y los coffeeshops son probablemente los dos ejemplos más conocidos de establecimientos donde se puede comprar cannabis de forma legal (o no ilegalmente), hay otros lugares donde también se puede conseguir hierba, productos relacionados con la marihuana y otras sustancias psicoactivas.
1. Clubes de cannabis
Los clubes de cannabis son la solución de Uruguay y España al problema de cómo vender hierba. Funcionan de manera similar a los coffeeshops holandeses, ya que también operan dentro de una especie de vacío legal. También suelen ser cafés.
La diferencia principal es que estos clubes son técnicamente solo para miembros, y la gente nueva debe ser invitada por los miembros existentes. Aunque algunos siguen siendo bastante exclusivos, otros ofrecen invitaciones a prácticamente cualquiera que quiera visitarlos y comprar hierba.
La segunda diferencia es que, en teoría, no se pueden beneficiar económicamente de la venta de marihuana. Así que, todo el dinero que reciben se entrega al club para ayudar a cubrir los gastos, y no como una transacción directa entre un cliente y un establecimiento que vende cannabis. Porque resulta que para poder ofrecer hierba a sus miembros, suelen pedir un donativo de unos 10-20 euros por gramo.
A diferencia de los Países Bajos, donde la producción de marihuana es ilegal, los clubes de cannabis tienen permiso para cultivar cierta cantidad por año, que viene determinada por el número de miembros que pertenecen a cada club.
2. Headshops
Las headshops son tiendas físicas y online que venden artículos relacionados con todo tipo de drogas, pero no las sustancias en sí. Por lo tanto, cualquier establecimiento que tenga estantes llenos de bongs, pipas, bandejas de liar, etc., se puede considerar una headshop. Estos locales se encuentran en todo el mundo, y aunque algunos pueden vender hierba bajo mano, la mayoría opera de manera completamente legal.
3. Smartshops
Las smartshops son muy parecidas a las headshops, salvo en que también venden sustancias psicoactivas y, a veces, semillas de marihuana. En Holanda, estos productos incluyen trufas mágicas y cactus de mescalina, que son lo que se conoce como “drogas blandas”.
En otros países, las smartshops pueden vender “productos químicos de investigación” legales, que se comercializan como “no aptos para el consumo humano”, pero que en realidad son drogas no reguladas y sin analizar.
Una advertencia: en general, se desconocen los efectos de estas novedosas sustancias químicas, así que lo mejor es evitarlas. El hecho de que sean legales no significa que sean seguras.
4. Organizaciones cannábicas sin fines de lucro
Estas organizaciones son prácticamente lo mismo que los clubes de cannabis, excepto que operan sin fines de lucro por elección propia, en lugar de por necesidad legal.
Estos clubes están formados por miembros que aportan dinero, tiempo y energía para producir marihuana. Al trabajar de forma conjunta, pueden cultivar muchas plantas de cannabis diferentes y, por lo tanto, tener acceso a una variedad mucho más amplia de productos en comparación con la gente que cultiva sola.
Cómo acceder a la marihuana legal
Si vives en un país que permite la venta de cannabis, visitar estos establecimientos es la mejor opción para comprar hierba de calidad. En general, encontrarás un producto/variedad que sea de tu agrado, y el personal estará dispuesto a informarte sobre sus artículos.
Si vives en una zona donde la marihuana sigue siendo ilegal, lo mejor que puedes hacer es encontrar un camello de confianza.