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Cultivar a partir de semillas de cannabis feminizadas es una forma eficiente, a nivel de espacio y recursos, de tener solo hembras en tus cultivos. Descubre cómo puedes crear tus propias semillas de marihuana feminizadas con Royal Queen Seeds.
Crear semillas feminizadas
El objetivo de cultivar marihuana es obtener flores resinosas, tricomas y perfiles ricos en cannabinoides. Estas espléndidas cualidades solo se encuentran en las flores hembra. Tener cultivos llenos de hembras sinsemilla, robustas y sin polinizar, significa obtener unos tarros llenos de cogollos crujientes para deleitar tu cuerpo y tu mente.
El único problema es que, salvo que cultives a partir de esquejes, la marihuana produce cerca de un 50% de semillas macho y un 50% de semillas hembra. Así es la naturaleza de esta bestia.
¿No sería genial poder cultivar únicamente plantas hembra a partir de semilla, en cada cultivo?
Aquí es donde entra la técnica de feminización: dos métodos para manipular las plantas de marihuana de forma que solo produzcan hembras a partir de semilla, siempre. Para ser sinceros, no es exactamente siempre. Pero el 99% de las veces es una proporción bastante buena, y podría considerarse totalmente libre del riesgo de que aparezcan machos.
La práctica general tras la feminización consiste en forzar las plantas hembra a producir polen, que se usa para polinizar otras plantas hembra. ¿El resultado? Las semillas serán feminizadas, sin riesgo de dar lugar a ningún macho.
Índice:
Las semillas feminizadas son súper eficientes para los cultivadores de interior y exterior. De este modo, se evitar malgastar espacio, tiempo y recursos en unas plantas que acabaran desechándose 2 semanas después del cambio de luces a 12-12. Asimismo en exterior, donde una planta grande puede consumir mucho tiempo y recursos en mantenimiento antes de mostrar sus flores en otoño, las plantas feminizadas son una gran forma de reducir la polinización de los cultivos de guerrilla. No hay nada peor que abrirse paso entre los arbustos para llegar a un cultivo bien oculto y encontrar que uno o dos machos han fecundado todas las plantas hembra.
“Las aplicaciones que reducen el nivel de etileno en los tejidos, o antagonizan la acción del etileno, provocan la formación de flores macho en lugar de flores hembra” — Paráfrasis, Byers et al., 1972.
Para crear sacos de polen macho se pueden pulverizar una serie de mezclas sobre las plantas hembra: benzotiadiazol, ácido giberélico, tiosulfato de plata, nitrato de plata y plata coloidal.
La plata coloidal es, de lejos, la más fácil de conseguir y de hacer. No es tóxica, ni corrosiva, y puede comprarse fácilmente en una farmacia o en internet. El resto de mezclas pueden ser peligrosas, difíciles de encontrar y caras (excepto el ácido giberélico, que puede comprarse en viveros, pero no es tan efectivo como la plata coloidal). Pero, si quieres ver un crecimiento radical en tus plantas, prueba el ácido giberélico. Es un estimulante del crecimiento y hace que las plantas se estiren y estiren.
Técnica 1: Plata coloidal |
La plata coloidal es una mezcla destilada a base de agua, que contiene partículas microscópicas de plata en suspensión. La naturaleza de los coloides significa que las partículas nunca se asentarán, y no pueden eliminarse mediante un filtrado normal. Puedes comprar la plata coloidal, o puedes hacerla tú mismo si quieres frikear del todo (ver tutorial al final de este artículo). Tiene varios usos como medicina alternativa. Por ejemplo, en el ser humano se usa como antiséptico, estimulante digestivo y para calmar quemaduras, y en horticultura se usa para control fúngico.
Asegúrate de que tenga una concentración mínima de 15ppm, preferiblemente de 30ppm. Si es inferior a 15ppm, producirá sacos macho con poco polen viable.
Para empezar, selecciona una planta con las características que deseas conservar. La práctica habitual es feminizar esquejes, al conocer ya las características de crecimiento, floración y resina de la madre. Una vez que el esqueje haya enraizado bien, no hay necesidad de un período de crecimiento vegetativo. Solo tienes que plantar el esqueje en una maceta pequeña, darle 1-2 días para recuperarse, y empezar enseguida con un ciclo de luces 12-12. Las plantas productoras de polen no necesitan ser grandes, ya que la marihuana produce enormes cantidades de polen.
Consejo: Cuando hayas seleccionado una planta, haz dos esquejes: uno para feminizar y otro para polinizar. De esta manera, se crea un espacio de cría separado, evitando la inseminación o polinización accidental del resto de plantas del cultivo.
Se puede inducir a las plantas a producir órganos sexuales masculinos hasta la cuarta semana de floración como máximo. Aunque, para los esquejes, se recomienda pulverizar una semana antes del cambio de luces. Si usas una planta cultivada a partir de semilla, espera a que muestre su sexo antes de pulverizarla para asegurarte de que sea hembra.
Pulveriza las plantas a feminizar con plata coloidal a diario y, si puedes, 3 veces al día. Empápalas bien. Haz esto durante 2 semanas, y después deja que las plantas crezcan de forma habitual. Algunos cultivadores dicen conseguir resultados tras rociar las plantas durante tan solo 5-10 días.
Cuando comienza el sexado, empezarán a formarse sacos de polen macho en lugar de cálices y pistilos femeninos. Las plantas macho maduran mucho más rápido que las hembras, y puede sacarse polen viable 3-4 semanas después del sexado de la planta. Algunos cultivadores siguen pulverizando hasta que la planta muestre un crecimiento de los órganos sexuales, para asegurar que el método haya funcionado. Estas plantas deben mantenerse bien aisladas de cualquier hembra en floración. Un saco de polen abierto puede liberar millones de esporas de polen, y solo hace falta una espora por pelito para crear una semilla.
No fumes estas plantas
Tras rociar las plantas con plata coloidal y cosechar su polen, estas plantas pasan a ser desperdicio: tíralas y no te las fumes. Enjuagarlas bien no sirve de nada. La plata coloidal es un tratamiento sistémico absorbido por la planta a través del follaje, y no una aplicación tópica. Ve sobre seguro y deséchalas.
Técnica 2: Rodelización |
No producir semillas es un estado antinatural del cannabis. Sin la intervención humana, sería raro encontrar una hembra no polinizada en plena naturaleza, salvo que fuese estéril. Si una planta sinsemilla alcanza su punto de maduración óptima, y en lugar de cosecharla se deja crecer unas semanas más, la planta (gracias a algún proceso fascinante desarrollado a través de la evolución) sabe que no ha sido polinizada. Y en un último esfuerzo desesperado por reproducirse, la planta generará sacos de polen macho para auto-polinizarse.
Esto no es el resultado de un hermafroditismo genético o inducido por estrés. El polen contiene auténticos cromosomas femeninos XX. Al contener toda la genética de la hembra, y ante la ausencia del cromosoma Y, el polen rodelizado solo produce semillas feminizadas; aunque, al igual que con la plata coloidal, de vez en cuando puede aparecer algún macho.
Para cosechar el polen, hay una serie de métodos de recolección.
Polinizar las hembras es la parte más fácil. Puedes usar varios métodos, en función de la cantidad de semillas que quieras producir.
Trata las semillas feminizadas como harías con cualquier otra semilla, pasando de la germinación a la fase vegetativa, y de esta a la floración. Vigilar las plantas es fundamental, ya que quieres lo mejor para tu cultivo. Lo ideal es montar un espacio de crecimiento vegetativo y otro espacio para la floración, donde puedas cultivar algunas plantas, ya que esto permite que tu espacio de cultivo pueda seguir produciendo ininterrumpidamente.
Las plantas creadas con técnicas de feminización son homocigóticas. Esto puede dar lugar a dos efectos, que no podrán valorarse hasta que las semillas hayan crecido. La homocigosidad aumenta los rasgos dominantes o recesivos de la cepa ascendiente en la descendencia, por lo que algunos rasgos deseados e indeseados pueden amplificarse. La genética es una ciencia muy caprichosa.
Del mismo modo que con los cruces estándar entre machos y hembras (que es un proceso heterocigótico), es necesario cultivar varias plantas y seleccionar las mejores como plantas madres y para futuras hibridaciones. Si tienes espacio suficiente puedes cultivar cientos, si no miles, de plantas para poder seleccionar lo mejor de lo mejor entre los fenotipos.
Las fembots son lo máximo
Con un poco de preparación, es posible montar un programa de reproducción feminizado eficaz y disponer de semillas hembras de tus fenotipos favoritos en todo momento. Nunca se sabe, ¡podrías descubrir algo grande!
La forma más fácil y relativamente barata (considerando la cantidad de dinero potencialmente ahorrada al no cultivar machos, consumidores de tiempo y recursos) es comprar un generador de plata coloidal, que es la opción más simple para “enchufar y listo”. O también puedes hacerlo tú mismo, lo que resulta bastante sencillo y no requiere ninguna habilidad especial.
La plata coloidal se forma pasando una corriente de un electrodo de plata pura a través de agua destilada. Básicamente, el proceso es esta simple electrólisis. Aunque el agua destilada no conduce muy bien la electricidad debido a su falta de contenido mineral, pasa la suficiente electricidad para crear micropartículas de plata e ionizarla. Suena un poco técnico, pero realmente no lo es.
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