Artículos GRATUITOS incluidos
Amount exceeded
.
Las variedades de cannabis autoflorecientes son muy populares entre los cultivadores debido a sus numerosas virtudes: son plantas compactas con un breve ciclo de cultivo y ofrecen mucha potencia y grandes cosechas. ¿Pero es posible hacer esquejes de autoflorecientes? ¿Se convertirán en plantas productivas? ¿O tienen las autos un talón de Aquiles?
Las plantas de cannabis autoflorecientes producen una cosecha considerable en poco tiempo. Además, las variedades autoflorecientes modernas incluso son capaces de superar a muchas variedades fotoperiódicas en cuanto a potencia y productividad. Muchos cultivadores solo cultivan autos, ya que las consideran perfectas y muy eficientes.
Pero, aunque las autoflorecientes sean un verdadero prodigio de la cría cannábica, tienen un claro inconveniente. A continuación te explicamos por qué las autos no se pueden reproducir por esquejes y te mostramos una sencilla alternativa.
Índice:
Incluso si es la primera vez que cultivas marihuana, probablemente sabrás que existe una gran cantidad de variedades. Desde la domesticación[1] del cannabis en el noroeste de China hace aproximadamente 12.000 años, los humanos han alterado enormemente esta planta mediante los procesos de cría selectiva. Muchas variedades modernas difieren considerablemente, tanto en su morfología como en su composición química, de las plantas silvestres que encontraron originalmente los humanos.
Como su nombre sugiere, las plantas autoflorecientes no dependen de cambios en el ciclo de luz para empezar a florecer, a diferencia de las variedades fotoperiódicas. En lugar de ello, inician la floración por sí solas, lo que facilita mucho su cultivo.
En general, las plantas de marihuana autoflorecientes son más pequeñas y tienen un ciclo de cultivo más corto, mientras ofrecen una excelente potencia y productividad.
Si estás preguntándote si puedes hacer esquejes de las autos, resulta de ayuda remontarnos al origen de las cosas. Mucho antes de que los humanos domesticaran el cannabis, esta especie se originó[2] en la parte oriental de la Meseta Tibetana. A partir de ahí, la dispersión natural[3] hizo que esta planta se extendiera y llegara hasta lo que actualmente conocemos como Rusia, la India, Corea del Sur y el sudeste de Europa. Cada una de estas regiones tiene climas y condiciones ambientales diferentes, por lo que el cannabis fue adaptándose a los diversos entornos dando lugar a diferentes subespecies.
Entre las subespecies que aparecieron, la que se originó en la actual Rusia posiblemente sea la que desarrollara el rasgo adaptativo más peculiar. Anteriormente, las plantas de cannabis dependían de los cambios de luz estacionales (una reducción de las horas de luz diarias) para empezar a florecer. Sin embargo, una combinación de mutaciones genéticas, selección natural y presión por los factores ambientales dio lugar a unas plantas que florecen según un reloj genético interno, un mecanismo que les ayudó a sobrevivir en una región con condiciones tan duras.
Desde entonces, los programas modernos de cría han cruzado esta ruderalis pura con otras subespecies de cannabis. Como resultado, se han creado variedades dotadas de la característica autofloreciente, junto con altos niveles de cannabinoides y terpenos, y una gran productividad.
¿Es posible sacar esquejes de una planta autofloreciente?
Hacer esquejes de marihuana consiste en cortar una rama de una planta madre. Los esquejes poseen exactamente el mismo genoma que la planta madre; básicamente, son clones de la planta original. La planta resultante tendrá todas las mismas características que la planta madre y se establecerá más rápidamente que una planta cultivada con semillas.
Para entender la ciencia de hacer esquejes, resulta de ayuda saber en qué consiste exactamente el proceso:
Ya te has familiarizado con la genética autofloreciente y con el proceso de hacer esquejes de marihuana. ¿Pero es posible hacer esquejes de plantas autoflorecientes? Técnicamente, sí. En cuanto al proceso de hacer esquejes, las autoflorecientes no difieren de otros tipos de plantas de marihuana; pero los resultados son muy distintos.
Si cortas un esqueje de una auto y lo manipulas correctamente, obtendrás un esqueje sano. Estos esquejes son capaces de echar raíces y crecer en la fase vegetativa en las condiciones adecuadas. Además, son una copia genética exacta de la planta madre, por lo que tendrán las mismas características.
Todo esto suena genial, ¿verdad? Sin embargo, el mero hecho de que puedas cortar un esqueje de una autofloreciente no significa que debas hacerlo.
El rasgo autofloreciente hace que las autos sean muy populares entre los cultivadores, aunque esta misma característica impide que se puedan reproducir por esquejes. El reloj genético interno de una autofloreciente (que dicta cuándo empieza la floración) nunca deja de funcionar, lo que plantea un grave problema.
El ciclo de cultivo de las autoflorecientes suele durar una media de 10-12 semanas desde la germinación hasta la cosecha. Una planta tardará unas 3-4 semanas en crecer lo suficiente para poder cortarle un esqueje viable. Luego, el esqueje tardará otras 1-2 semanas en enraizar y establecerse. Esto solo deja unas 8 semanas, como máximo, para que el esqueje se convierta en una planta madura en floración. En el peor de los casos, la planta resultante solo tendrá 6 semanas para florecer y llegar a la cosecha. Y siendo realistas, antes siquiera de que el cultivador pueda cortar un esqueje, la planta habrá entrado en las primeras etapas de la floración.
Para cuando el esqueje se haya establecido, básicamente tendrá poco más que un par de preflores en la punta de un palo. Dado que la fase vegetativa prácticamente había acabado al cortar los esquejes, la planta resultante tendrá un crecimiento vegetativo escaso o nulo, por lo que no podrá adquirir mayor tamaño ni madurar adecuadamente. En pocas palabras: habrás perdido el tiempo y habrás eliminado innecesariamente una rama de tu planta original.
En cambio, las plantas fotoperiódicas son perfectamente adecuadas para hacer esquejes. Recuerda que su floración no depende de un reloj genético interno, sino de señales luminosas externas que consisten en una reducción de las horas de luz diarias. Y en un cultivo interior, los cultivadores tienen un control absoluto sobre la cantidad de luz que reciben sus plantas.
Si las plantas fotoperiódicas se exponen a un mínimo de 13 horas de luz al día, permanecerán en la fase vegetativa indefinidamente. Esto significa que, si cortas unos esquejes, puedes exponerlos a suficiente luz para que crezcan y se conviertan en plantas completamente desarrolladas con ramas y hojas (crecimiento vegetativo), antes de pasarlas a la fase de floración.
Aunque hacer esquejes de autoflorecientes puede parecer inicialmente una buena idea, sobre todo si acabas de encontrar un fenotipo que encaja perfectamente con tus preferencias, por desgracia es una pérdida de tiempo. Si cultivas marihuana autofloreciente, simplemente debes aceptar que tendrás que empezar cada cultivo con semillas y asumir que habrá cierta variabilidad genética entre las plantas.
Aunque no es posible hacer esquejes de autos, la cría de cannabis ha avanzado mucho en los últimos años, y hoy en día los cultivadores de autoflorecientes disponen de una alternativa a este método de cultivo.
Las variedades híbridas F1 existen en el mundo agrícola desde hace décadas, pero solo recientemente se han introducido en el mundo del cannabis. En Royal Queen Seeds, nuestros criadores han creado con éxito los primeros híbridos F1 de marihuana. Mediante un proceso laborioso y altamente tecnificado que comienza con la creación de varias líneas genéticas de gran pureza que posteriormente se cruzan entre sí, nuestros criadores consiguieron crear unas variedades con un rasgo conocido como vigor híbrido.
El vigor híbrido dota a las plantas de una mayor productividad, un crecimiento más rápido y una mayor resistencia a plagas y enfermedades, y también hace que sean mucho más uniformes. Si cultivas autoflorecientes convencionales de un mismo lote de semillas, habrá cierta variación genética entre las plantas; algunas son más altas y otras más bajas, mientras que algunas son más potentes y otras tienen menos THC y terpenos. Los híbridos F1 evitan este problema produciendo plantas con el mismo aspecto, sabor, efecto y productividad.
Básicamente, los híbridos F1 autoflorecientes son lo más parecido a hacer esquejes de autos. Cada vez que siembres una semilla, sabrás exactamente qué esperar. Y si les proporcionas unas condiciones ambientales óptimas, ¡obtendrás los mismos resultados cada vez que cultives una semilla F1 autofloreciente!