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Cannabis y enfermedad de Parkinson: Todo lo que deberías saber
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central. Como el consumo de cannabis afecta a los sistemas nerviosos central y periférico, los científicos están examinando el efecto de la planta sobre los síntomas de la EP. Sigue leyendo para conocer los últimos estudios sobre la enfermedad de Parkinson y el cannabis.
Contents:
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo que puede ser muy debilitante. Se cree que el Parkinson afecta a 1 de cada 500 personas. Los síntomas comienzan de forma gradual, pero se agravan con el tiempo, empezando por la pérdida de la motricidad fina y dando lugar a problemas en tareas como caminar o hablar. Los enfermos también pueden experimentar cambios mentales y de comportamiento. Tanto los hombres como las mujeres pueden padecer Parkinson, aunque la enfermedad parece afectar a un 50% más de hombres. La edad es un factor de riesgo importante, ya que la mayoría de las personas desarrollan la enfermedad en torno a los 60 años.
Aunque actualmente no hay cura, numerosos tratamientos y terapias ayudan a los enfermos a llevar una vida lo más plena y activa posible. Se afirma que muchas terapias complementarias pueden beneficiar a los enfermos de EP, incluido el cannabis. Sin embargo, pocas están aprobadas médicamente.
Entonces, ¿qué hace que el cannabis sea un candidato interesante para aliviar los síntomas del Parkinson? ¿Y qué tiene que decir la ciencia médica sobre el tema?
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo. Esto significa que se caracteriza por la degeneración del sistema nervioso, especialmente de las neuronas del cerebro. Los síntomas de la EP suelen desarrollarse lentamente en cuestión de años. El avance de los síntomas puede variar de una persona a otra debido a la naturaleza diversa de la enfermedad.
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Por qué se produce la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson se materializa cuando las células nerviosas (neuronas) de una zona del cerebro llamada ganglios basales se deterioran o mueren. Esto provoca muchos problemas en el organismo, ya que los ganglios basales controlan el movimiento. Cuando funcionan normalmente, estas neuronas producen una sustancia química cerebral esencial conocida como dopamina. Cuando se deterioran, crean menos dopamina, que es lo que provoca los síntomas físicos del Parkinson. En la actualidad, los científicos desconocen la causa de que estas neuronas dejen de funcionar.


Cómo afecta el Parkinson al cuerpo
Las personas con EP pueden experimentar diversos síntomas, clasificados en síntomas motores, relacionados con el movimiento, y síntomas no motores, no relacionados con el movimiento.
A continuación destacamos algunos de los más frecuentes.
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Temblores
Los temblores característicos del Parkinson se producen principalmente en reposo. Al mover las manos, pueden disminuir o desaparecer. Los temblores de las manos también se conocen como “temblores de la píldora”, ya que parece que se está rodando continuamente una pastilla entre el pulgar y el dedo. También pueden aparecer temblores en el labio inferior, la mandíbula o las piernas, interfiriendo en las tareas cotidianas. Algunas personas también informan de una sensación parecida en el interior del pecho, el abdomen o las extremidades. En las primeras fases de la EP, los temblores suelen afectar a un solo lado del cuerpo. El estrés, el cansancio o las emociones extremas pueden empeorar temporalmente los temblores.
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Bradicinesia
La bradicinesia es la lentitud de movimiento, e incluye la reducción de los movimientos reflejos, como el parpadeo o el balanceo de los brazos al caminar. La bradicinesia también provoca dificultad para iniciar acciones, como levantarse de una silla, y lentitud en los movimientos corporales. La impresión de quietud no natural o la reducción de la expresión facial es otra característica principal de la bradicinesia.
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Rigidez
La rigidez es el tercer síntoma revelador que los médicos utilizan para hacer un diagnóstico de Parkinson. La rigidez se experimenta como un entumecimiento de los brazos o las piernas más allá de lo que cabría esperar del envejecimiento típico o la artritis. La rigidez puede contribuir a reducir el rango de movimiento, dificultando la relajación, afectando negativamente al sueño y provocando dolores en los músculos o las articulaciones. La rigidez también puede afectar al torso y a los músculos faciales.
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Problemas de equilibrio
La inestabilidad postural es el síntoma motor primario de la EP con menos posibilidades de tratamiento. Para intentar evitar las caídas, se recomienda hacer ejercicio con regularidad para mejorar el equilibrio. Además, la fisioterapia puede ser beneficiosa.
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Síntomas no motores
Los síntomas no motores también son frecuentes en las personas diagnosticadas de EP. Algunos ejemplos son la apatía, la depresión, el estreñimiento, los trastornos del sueño, la pérdida del sentido del olfato y el deterioro cognitivo.


El cannabis y la enfermedad de Parkinson
Hay pocas pruebas científicas que demuestren que las terapias complementarias ralenticen, detengan o reviertan la EP. Sin embargo, muchas personas con la enfermedad han informado de experiencias positivas al experimentar con ellas. El objetivo de estas intervenciones es ayudar a controlar los síntomas, aliviar el dolor, reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.
Las terapias complementarias incluyen fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia, prácticas mentales y corporales como el yoga y la meditación, tratamientos manipulativos como el masaje y la acupuntura, y terapias energéticas como el reiki y el qigong. Por supuesto, también se utilizan sistemas holísticos alternativos como el Ayurveda y la medicina china tradicional.
Como el Parkinson es una enfermedad del sistema nervioso central, y el cannabis afecta a los sistemas nerviosos central y periférico, también se están estudiando los compuestos de la planta por su impacto sobre la EP.
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¿Cómo afecta el cannabis al cuerpo?
El cannabis influye en el cuerpo a través del sistema endocannabinoide (SEC), un sistema regulador esencial que utiliza receptores cannabinoides, neurotransmisores (conocidos como endocannabinoides) y enzimas para influir en los sistemas nerviosos central y periférico, entre otros.
El SEC está involucrado en muchos procesos y funciones, como el estado de ánimo, la memoria, el sueño y el apetito, y su desajuste[1] se ha relacionado incluso con la enfermedad de Parkinson, entre otros trastornos neurodegenerativos.
Cuando el cannabis entra en el cuerpo, trabaja para “activar” estos receptores y endocannabinoides, alterando la actividad normal de los neurotransmisores en el cuerpo e influyendo potencialmente en varios aspectos del SEC.
Los diferentes constituyentes del cannabis pueden estimular respuestas únicas a través de su interacción con el SEC. Por ejemplo, mientras que el THC se une a los receptores CB1 con gran afinidad, el CBD tiene un efecto más indirecto.


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Investigación sobre el cannabis para la enfermedad de Parkinson
Teniendo en cuenta lo anterior, podemos echar un vistazo a la investigación sobre el cannabis para el Parkinson directamente, y también al potencial de determinados cannabinoides.
Para empezar, un estudio de 2017[2] pidió a los participantes que informaran de los efectos del consumo de cannabis medicinal para los síntomas de la enfermedad de Parkinson, así como de cualquier evento adverso, durante un período de al menos tres meses. Como los datos recogidos son subjetivos, no se pueden considerar verdaderas pruebas de una correlación, pero los participantes en general informaron de mejoras en los síntomas cuando consumían cannabis, y notaron pocos eventos adversos. Los autores afirman que el objetivo del estudio es apoyar el desarrollo de “medicamentos más seguros y eficaces derivados del Cannabis sativa”.
Una revisión de 2020[3] trató de evaluar la eficacia del cannabis como alternativa terapéutica para la enfermedad de Parkinson, observando específicamente los factores que “obstaculizan” su uso en la práctica clínica de la EP. Basándose en 14 estudios, de los cuales solo cinco eran ensayos controlados aleatorios, los autores de la revisión señalaron que, a pesar de los resultados positivos de algunos estudios, todavía no había pruebas suficientes para recomendar el cannabis como tratamiento contra el Parkinson.
Otras investigaciones[4] han tratado de determinar la eficacia medicinal del cannabis para síntomas motores como la bradicinesia, la rigidez, los temblores, los problemas de sueño y el dolor, así como síntomas no motores[5] como la memoria, el estado de ánimo y la fatiga.
A pesar de estos hallazgos, el cannabis medicinal sigue siendo un tema polémico. Las personas que viven con EP siempre deben discutir las opciones de tratamiento con su médico antes de probar algo nuevo.
Ahora, echemos un vistazo al potencial de algunos cannabinoides, en concreto, el THC y el CBD.
THC |
Según una revisión de 2017[6] titulada “Pros y contras del consumo de cannabis medicinal en personas con trastornos cerebrales crónicos”, en estudios de EP en animales, el THC ha demostrado mejorar los marcadores asociados a la actividad y la coordinación ojo-mano. La revisión también destaca un estudio clínico de 22 pacientes con EP, en el que se afirma que el uso de cannabis medicinal parecía apoyar las mejoras en los síntomas motores como la bradicinesia, el temblor en reposo, la rigidez y la postura, así como los síntomas no motores como el insomnio y el dolor. |
CBD |
El CBD ha recibido cada vez más estudios por su potencial como agente antioxidante y neuroprotector, sin mencionar su potencial ansiolítico. Un estudio de 2020[7] ha lanzado el CBD contra la ansiedad y los temblores en pacientes con EP mayores de 60 años, abriendo las puertas a más ensayos controlados aleatorios. Actualmente se está llevando a cabo un estudio[8] aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, en el que se comprueba la “Tolerabilidad y eficacia del cannabidiol (CBD) en los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson”. Esto ayudará a perfilar una imagen más clara de los efectos del CBD en los síntomas primarios del Parkinson, mientras que otros estudios continúan explorando su impacto en otros aspectos de la EP, como la psicosis[9]. |
¿Cómo se utiliza el cannabis medicinal?
Aunque no existen directrices exhaustivas para el uso del cannabis en el ámbito del Parkinson, en general, los consumidores tienen las siguientes opciones:
- Fumar
- Inhalar a través de un vaporizador (flores o concentrados de cannabis)
- Ingesta oral (comestibles)
- Aplicación tópica (aplicándolo en forma de loción, aceite o crema)
- Administración sublingual (colocando unas gotas de una tintura o aceite bajo la lengua)
Cada método de ingesta funciona de forma diferente en el cuerpo. Si fumas o vaporizas cannabis, sentirás los efectos en cuestión de minutos, mientras que si lo ingieres puedes tardar de una a dos horas en notar los resultados.
Fumar cannabis puede tener más efectos secundarios que otros métodos de consumo. Los resultados a corto plazo están relacionados con el propio humo. Esto incluye irritación de los pulmones, tos y otras dolencias respiratorias. Con el tiempo, el humo del cannabis puede provocar problemas cardíacos o agravar las afecciones cardíacas existentes. Sin embargo, actualmente no hay estudios clínicos que demuestren una relación directa entre el cannabis y los problemas cardiovasculares.
Si consumes cannabis en forma de producto comestible o extracto, ten cuidado con la dosis. Los comestibles pueden tardar más en hacer efecto, pero también se sabe que sus efectos son mucho más fuertes y duraderos que los de fumar.
Por otra parte, los concentrados de cannabis te afectarán rápidamente como fumar, pero pueden tener un impacto mucho más fuerte.
Cannabis para el Parkinson: se necesita más investigación
Los ensayos clínicos sobre la eficacia del cannabis medicinal han sido limitados en el pasado. Las críticas a la investigación actual apoyan la opinión de que se necesitan más estudios para comprender plenamente los efectos clínicos a largo plazo del cannabis, incluso en la enfermedad de Parkinson. Si no se profundiza en la dosificación y los efectos adversos, las pruebas científicas sobre el papel terapéutico de la hierba seguirán siendo cuestionables.
Actualmente hay muchos obstáculos para controlar la calidad y la dosis del cannabis. Salvo que los gobiernos de los países poderosos retiren al cannabis de sus listas de sustancias controladas, la investigación, el acceso y la legalidad seguirán siendo complicados. Por ello, la farmacoterapia con cannabis debe plantearse con precaución hasta que esto cambie.
Fuentes Externas
- The Endocannabinoid System and Parkinson Disease https://www.sciencedirect.com
- Medical Cannabis in Parkinson Disease: Real-Life Patients' Experience https://journals.lww.com
- Medical cannabis as an alternative therapeutics for Parkinsons’ disease: Systematic review https://www.sciencedirect.com
- Marijuana Compounds: A Nonconventional Approach to Parkinson’s Disease Therapy https://www.hindawi.com
- Cannabis use in people with Parkinson’s disease and Multiple Sclerosis: A web-based investigation https://www.sciencedirect.com
- Pros and Cons of Medical Cannabis use by People with Chronic Brain Disorders https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- Effects of acute cannabidiol administration on anxiety and tremors induced by a Simulated Public Speaking Test in patients with Parkinson's disease https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
- A Study of Tolerability and Efficacy of Cannabidiol on Motor Symptoms in Parkinson's Disease https://www.clinicaltrials.gov
- Cannabidiol for the treatment of psychosis in Parkinson's disease https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
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