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Cómo controlar la temperatura de un cultivo interior en verano
Cultivar marihuana de interior durante el verano supone una serie de retos únicos. El cannabis se desarrolla mejor bajo unos intervalos de temperatura y humedad determinados. Estos consejos te ayudarán a hacer felices a tus plantas de interior este verano.
Contents:
Se acerca el verano y los afortunados que pueden cultivar en exterior están entusiasmados. Una buena ración de sol, viento e incluso lluvia produce una marihuana extraordinaria. Pero para el cultivador de interior, el verano es otra historia, con sus propios retos particulares.
En interior, el cannabis crece mejor bajo luces HID, que se esfuerzan por imitar al sol. Pero generar mucha luz conlleva un efecto secundario: el calor. La mayoría del calor se genera por los balastros, pero las bombillas también pueden emitir calor suficiente para quemar las plantas. Si a esto le añadimos las altas temperaturas del verano, en poco tiempo el ambiente podría volverse poco propicio para un buen desarrollo de las plantas.
Al tratar el calor, también hay que tener en cuenta la humedad. La temperatura y la humedad van de la mano. Cuando el aire está más caliente, es capaz de retener más humedad, aumentando la humedad relativa (HR) del espacio de cultivo. Incluso en espacios bien ventilados, el nivel de humedad no bajará si el aire que entra está caliente y cargado de humedad. El exceso de humedad puede ser uno de los peores enemigos de las flores de marihuana, ya que ofrece las condiciones ideales para la aparición de plagas y patógenos.
RANGO IDEAL DE TEMPERATURA Y HR
El cannabis se desarrolla mejor bajo unos niveles óptimos de humedad y temperatura, específicos para cada una de las fases del cultivo. Mantenerse dentro de estos límites es el reto que afrontan los cultivadores de interior en verano.
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Plántulas
- Las plántulas y esquejes responden mejor a unos niveles de HR más elevados, del 65 al 75%, ya que las raíces aún no se han desarrollado del todo. Los esquejes y las pequeñas plántulas absorben la humedad a través de las hojas.
- La temperatura de la habitación con las luces encendidas debería estar entre 20 y 25°C. Y con las luces apagadas, entre 15 y 20°C.
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Fase vegetativa
- Durante esta fase, deberías ir reduciendo el nivel de humedad, bajando un 5% cada semana. El nivel de HR aceptable se sitúa entre 40-70%. Ahora, las raíces están más desarrolladas y las plantas ya empiezan a transpirar.
- La temperatura de la habitación con las luces encendidas debería estar entre 22 y 28°C. Y con las luces apagadas, entre 18 y 22°C.
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Fase de floración
- Durante la floración, es importante que el nivel de humedad sea bajo. Reduce hasta una HR del 40-50%. Niveles superiores al 60%, podrían ralentizar el crecimiento y aumentar el riesgo de patógenos.
- La temperatura de la habitación con las luces encendidas debería estar entre 20 y 26°C. Y con las luces apagadas, entre 16 y 22°C. La idea es imitar el otoño, así que las temperaturas deberían ir descendiendo.
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Fase final de la floración
- Al final de la floración, puedes mejorar la calidad en general manteniendo unos niveles de humedad y temperatura lo más bajos posibles. Lo ideal sería una HR por debajo del 40%.
- La temperatura de la habitación con las luces encendidas debería estar entre 18 y 24°C. Para obtener los mejores resultados, puedes aumentar la diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas hasta 10°C.
¿CULTIVAR O NO CULTIVAR?
El principal factor para decidir si cultivar o no durante verano es el económico. Si tenemos en cuenta la relación entre coste y cosecha, un cultivo de verano siempre es rentable. Aunque sea más caro mantenerlo, la cantidad de marihuana producida supera los costes hasta 10 veces.
Antes de gastarte el dinero en la instalación, asegúrate de que tu espacio de cultivo optimice las medidas de control del calor pasivo. El primer paso para combatir el calor veraniego es ofrecer un ambiente con las temperaturas más frescas.
- Por naturaleza, los aparatos electrónicos generan calor. Coloca el máximo número posible de motores, balastros, bombas y temporizadores eléctricos fuera del cuarto de cultivo. Resulta mucho más práctico que todos estén concentrados en un mismo sitio, para poder controlarlos de un solo vistazo.
- Si vives en el hemisferio norte, monta el cultivo en una habitación en la cara norte de tu casa. Estas habitaciones nunca reciben el sol directamente sobre el techo o las paredes.
- Coge el aire entrante de un lugar fresco. Si puede ser de un espacio subterráneo sería ideal, pero el aire fresco es un requisito indispensable. Coloca los tubos de escape lo más lejos posible. Intenta ventilar hacia el exterior, o como mínimo a otra habitación o tejado. Una lámpara de 400W puede calentar una habitación de tamaño medio rápidamente.
- Si la habitación de cultivo está en un lado soleado del edificio, sobre todo en el oeste, intenta crear una sombra para la habitación. Puedes plantar trepadoras de crecimiento rápido para proteger las paredes. También puedes colocar un toldo o sombrilla.
- Cultiva de noche, de manera que tu ciclo de día coincida con la noche. En las horas nocturnas, la temperatura ambiente presenta una diferencia de unos 10-15°C.
- Usar botellas de agua congelada, en lugar de cubitos de hielo, es una forma práctica de enfriar la habitación. Una botella de 2l delante de un ventilador enfría el aire considerablemente, sin añadir más humedad al ambiente. En cambio, los cubitos de hielo se evaporan, aumentando la humedad.
- Usa material aislante, en la medida de lo posible. Al montar una habitación de cultivo, aísla bien toda la estructura. Los paneles de espuma son rápidos y fáciles de montar, y además aíslan el sonido y son fáciles de limpiar. Puedes usar rollos flexibles de aislante para cubrir un armario de cultivo o espacios más pequeños. El material aislante también reduce el calor típico de los cultivos clandestinos, lo cual es interesante en los países no tolerantes con el cannabis.
SOLUCIONES MECÁNICAS
Tener un control absoluto sobre el ambiente de la habitación de cultivo implica instalar soluciones mecánicas. La inversión inicial para mejorar la instalación se verá recompensada con unos buenos cogollos antes de que acabe el verano.
- Para empezar, necesitas un higrómetro y un termómetro, o un termohigrómetro. Con esto, podrás mantener las condiciones ambientales con gran precisión. Los kits más modernos actúan como un interruptor, que dirige todo el sistema ambiental de forma automática.
- Usa pantallas de lámparas viejas para controlar el calor irradiado por las bombillas. Esto es una inversión mínima que debería tenerse en cuenta a la hora de montar un cultivo.
- Los balastros regulables ofrecen cierto control sobre el calor emitido por las luces. Al reducir el voltaje durante las horas más calurosas del día artificial, pero sin interrumpir el ciclo de crecimiento, se puede reducir a la mitad el calor de las luces, para que las plantas sigan creciendo de forma constante.
- Garantiza una buena ventilación. El aire estancado es un enemigo de la marihuana. Coloca ventiladores de pie y de pared donde generen una buena circulación de aire alrededor de las plantas. Ponlos siempre en modo oscilante.
- Usa extractores o ventiladores de entrada de aire de mayor tamaño. Ventiladores más grandes, funcionando a una potencia más baja, son más efectivos que ventiladores pequeños a plena potencia.
- Comprueba que los tubos no estén obstruidos o doblados, y evita los ángulos muy pronunciados al cambiar de dirección. Si el flujo de aire se interrumpe, los ventiladores pierden eficiencia.
- Los equipos de aire acondicionado son relativamente baratos, y aseguran una temperatura adecuada durante el verano. Al conectarlos con un termostato, automáticamente se mantendrán entre los valores deseados. Cuando sea posible, conecta el aire acondicionado a una entrada de aire fresco, para mejorar el intercambio de aire. Los dispositivos de ciclo invertido servirán como calefacción cuando llegue el invierno.
- Lograr la humedad óptima puede requerir extraer o añadir humedad al aire. Los dispositivos humidificadores-deshumidificadores combinados garantizan una humedad estable. Ajusta el aparato al nivel de humedad adecuado para cada fase del cultivo. Echa un vistazo a los depósitos con frecuencia, vaciándolos o rellenándolos cuando sea necesario. Un nivel de humedad más bajo facilita mantener una temperatura más baja.
- La iluminación LED puede reducir la temperatura considerablemente. Estas luces usan la energía de forma diferente a las HID, emitiendo mucho menos calor. Cultivar con LEDs es ligeramente diferente, así que infórmate bien primero. En este caso, lo que tendrás que tener en cuenta cuando llegue el frío es la falta de calor.
- Los enfriadores de depósito son aparatos eléctricos que mantienen el agua del depósito de sistemas hidropónicos a la temperatura ideal. Protegiendo las raíces del calor, se previene la ralentización del crecimiento de las plantas a causa del estrés térmico. El agua fresca que circula por el sistema también actúa como acondicionador del aire pasivo, contribuyendo a refrescar la temperatura ambiental.
CO2
Incrementar el metabolismo en general ayuda a que las plantas puedan resistir los efectos del calor. Las plantas más grandes, sanas y robustas tendrán mayor tolerancia a condiciones ambientales extremas. Cuando la densidad del CO₂ aumenta a 1,200-1,500ppm, el intercambio de gases ideal se produce a 29°C.
Cuando usas dióxido de carbono, tener unos pocos grados extra de temperatura es positivo. Sin embargo, si mejora el metabolismo de las plantas significa que aumentan sus necesidades en general. Las plantas absorberán más agua y fertilizantes, y necesitarán más ventilación. Tendrás que echar un vistazo al depósito de fertilizantes más a menudo.
CULTIVANDO EN VERANO
Cultivar en verano puede suponer un reto. Sobre todo para los cultivos más cercanos al ecuador. Pero con un poco de sentido común y un sistema pasivo, con intervención mecánica cuando sea necesaria, tu cultivo veraniego puede desarrollarse sin problemas.
Es posible que al principio lo notes en el bolsillo, pero lo irás amortizando con el tiempo. Esta inversión producirá múltiples cosechas a lo largo de unos años. Esos cogollos caseros, gordos y aromáticos tienen su propia magia. Sea cual sea la estación del año, siempre valen la pena. ¡Feliz cultivo de verano!