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La septoriosis del cannabis es fácil de identificar gracias a sus manchas amarillas, y tratarla tampoco es complicado. Aun así, es mejor prevenirla para que no aparezca en tus plantas. En este artículo te explicamos cómo hacerlo.
La septoriosis es una enfermedad que suele afectar a las hojas de diversas plantas, incluida la marihuana. Si no se trata correctamente, puede ser devastadora para las plantas, destruyendo el follaje, afectando al crecimiento y reduciendo el tamaño y la calidad de la cosecha.
En este artículo, nos centramos en la septoriosis que afecta al cannabis, cómo tratarla y cómo evitar que afecte a tus plantas.
Índice:
La septoriosis, también llamada mancha foliar amarilla, es el nombre genérico que reciben una serie de infecciones fúngicas que provocan la aparición de manchas amarillas o marrones en las hojas de las plantas[5], afectando negativamente a su crecimiento. Existen varias especies del hongo septoria que pueden afectar a diferentes especies de plantas, pero la que nos interesa con respecto al cultivo de marihuana es “Septoria lycopersici”.
La septoriosis puede afectar a las tomateras[6], el trigo y el perejil, por poner algunos ejemplos. Estos hongos suelen desarrollarse en las hojas caídas y en descomposición, y de ahí las esporas se abren paso hasta las hojas vivas de las plantas, donde crecerán. Según la planta afectada, la septoriosis puede dañar parcialmente la cosecha o destruirla del todo.
En un cultivo de cannabis, esta afección no debería dañar completamente la cosecha, pero probablemente afectará al crecimiento de las plantas y reducirá la cosecha si no se pone remedio. Por tanto, es importante conocer la septoriosis, especialmente si cultivas marihuana al aire libre.
Conocer el ciclo de vida de la septoriosis en un cultivo de cannabis te ayudará a entender cómo funciona y, por tanto, cómo prevenir esta enfermedad.
Estos hongos pasan el invierno[7] en las hojas infectadas del año anterior, normalmente en las hojas caídas; pero estas hojas no tienen por qué ser necesariamente de marihuana, por lo que los hongos podrían estar presentes en cualquier hoja caída. Dichos hongos prosperan en ambientes frescos y húmedos. A medida que avanza la primavera y brotan las hojas nuevas, las esporas de septoriosis pueden llegar hasta el nuevo follaje. En el cannabis, la infección solo se puede detectar una vez que la planta está en floración, apareciendo primero en las partes bajas de la planta.
No sabrás que tu cultivo tiene septoriosis hasta que no aparezcan síntomas visibles en tus plantas. Estos son los síntomas que debes buscar:
Si aparece la septoriosis en tus plantas, puedes eliminar las hojas infectadas y tratar las plantas con un fungicida. Sin embargo, es preferible aplicar medidas preventivas para evitar que la enfermedad aparezca. Aunque los cultivos de exterior siempre corren el riesgo de que se desarrolle la septoriosis (ya que están expuestos a la naturaleza), hay muchas medidas que puedes tomar para evitarlo.
Mantener las plantas de cannabis a cierta distancia entre sí (y de otras plantas) puede reducir la probabilidad de que se propague la septoriosis. Si las hojas están muy cerca unas de otras, es mucho más probable que las plantas contraigan diversas infecciones.
Dar suficiente espacio a cada planta para desplegar sus hojas reducirá las probabilidades de que aparezca la septoriosis, y ayudará a proteger todo el cultivo en caso de que una planta se infecte.
Al igual que los animales, las plantas tienen un sistema inmunitario. Y este sistema es mucho más eficaz cuando las plantas gozan de buena salud.
Así que cuidar bien de tus plantas y mantenerlas contentas es una de las formas más sencillas y eficaces de prevenir la septoriosis, y cualquier enfermedad infecciosa.
A nivel práctico, esto implica:
Poner una capa de acolchado o mantillo sobre la tierra puede ayudar a evitar que la infección fúngica llegue hasta las hojas de la planta. Como hemos comentado, la septoriosis pasa el invierno en las hojas caídas, que poco a poco van descomponiéndose e incorporándose a la tierra.
Si cultivas directamente en el suelo, acolchar la tierra te ayudará a mantener atrapados todo tipo de patógenos, así como a estabilizar la humedad y la temperatura alrededor de las raíces de tus plantas.
Mantener tu cultivo desherbado también reduce las posibilidades de que se propague la septoriosis y otros patógenos. Tener abundante vegetación alrededor del cannabis puede ofrecer algunas ventajas (en el caso de los cultivos asociados), pero también puede crear un entorno más propicio para la proliferación de hongos y bacterias.
Hay ciertos cultivos asociados que puedes plantar alrededor del cannabis para ayudar a reducir la propagación de enfermedades, pero la vegetación descontrolada puede favorecer su propagación, ¡así que mantén tu cultivo desherbado!
La septoriosis, como la mayoría de hongos, prolifera en condiciones húmedas. Si cultivas al aire libre, no hay mucho que puedas hacer para controlar el nivel de humedad del ambiente. Sin embargo, puedes plantar tu cultivo de forma que pueda soportar mejor las condiciones adversas.
Si pones muchas plantas apiñadas en un lugar húmedo, serán mucho más susceptibles a las infecciones fúngicas que si las cultivas a cierta distancia entre sí en una zona bien ventilada. Pero no todo el mundo tiene el lujo de disponer del entorno ideal para cultivar marihuana, así que haz lo mejor que puedas con el espacio que tengas. Si las plantas de marihuana crecen en un lugar bien ventilado, suelen estar mucho más sanas.
Los Trichoderma son hongos beneficiosos que viven en el suelo y pueden ayudar al sistema de raíces del cannabis de varias formas. Por ejemplo, pueden reducir la presencia y severidad[1] de la septoriosis.
Lo mejor es añadir los Trichoderma[12] a la tierra antes de plantar, ya que establecen una relación simbiótica con las raíces de la planta a lo largo del tiempo. Así que cuanto más tiempo se desarrolle esta relación, más eficaz será.
Estos organismos son imprescindibles para los cultivos ecológicos de cannabis, ya que no solo ayudan a proteger las plantas de enfermedades, sino que también ayudan a aportar nutrientes a las plantas de forma más eficaz, mejorando su crecimiento en general.
En caso de que fallen los métodos preventivos, hay varios tratamientos que puedes aplicar para tratar la septoriosis. Los métodos de control ecológico, que suponen un mínimo riesgo para el medio ambiente, pueden ser muy eficaces, por lo que no hace falta rociar tus plantas con fungicidas sintéticos. De hecho, dado que las plantas estarán floreciendo, es importante que no las cubras con productos químicos tóxicos, ya que acabarán en los cogollos que vas a fumar más adelante.
Para conseguir los mejores resultados, sigue la estrategia de gestión integrada de plagas. Esto significa que, en lugar de recurrir a una única solución contundente (como los fungicidas tóxicos), puedes aplicar una serie de medidas menos dañinas, pero igualmente eficaces.
Para empezar, elimina las hojas infectadas (normalmente empezando por la parte inferior de la planta). Esto debería detener o ralentizar la propagación de la enfermedad, y aumentará la eficacia de los tratamientos que apliques posteriormente. Cuando manipules las hojas infectadas, procura no tocar las partes sanas de las plantas hasta que te hayas lavado bien las manos.
Las bacterias ácido-lácticas se encuentran de forma natural en los suelos en descomposición. Si las añades al sustrato donde crecen tus plantas, pueden mejorar el crecimiento[2] de las plantas y ayudar a defenderlas contra patógenos presentes en el suelo, como la septoriosis.
Añadir estas bacterias a la tierra es un método ecológico que puede mejorar la calidad general del suelo y proteger tus plantas de una serie de enfermedades, lo que supone una ventaja tanto para el medio ambiente como para tu cultivo.
El té de compost, elaborado mediante un proceso aeróbico, puede controlar la septoriosis si se aplica como pulverización foliar. Este tratamiento es ecológico por lo que no es perjudicial para el medio ambiente, y puede ayudar a mantener a raya esta enfermedad. Además, si al aplicarlo cae sobre los cogollos que luego vas a fumar, debería ser inocuo.
Si vas a tratar tus plantas con té de compost, debes actuar cuanto antes. Quita el follaje infectado y pulveriza el resto de hojas de la planta con té de compost. Aplica el tratamiento al menos una vez al día durante una semana después de que desaparezcan los últimos síntomas de septoriosis.
Los trichoderma no solo pueden mezclarse con la tierra, sino que también pueden aplicarse como spray foliar contra las infecciones fúngicas[3]. Puedes comprar estos sprays en internet y aplicarlos generosamente a tus plantas. Al igual que con otros tratamientos, hay que quitar primero las hojas infectadas y rociar este spray sobre las hojas aparentemente no infectadas.
JADAM (jayeon-eul dalm-eun salamdeul) es una frase coreana que se traduce como “gente que imitan a la naturaleza”. Es un método agrícola holístico que intenta combinar los procesos naturales con los conocimientos científicos para cultivar de forma sostenible y eficaz.
Podríamos extendernos mucho sobre este método, pero en lo que respecta a la septoriosis nos centraremos únicamente en los pesticidas naturales. Los pesticidas naturales del método JADAM (JNP) no dañan el medio ambiente, pero son eficaces para proteger los cultivos. Puedes prepararlos en casa y constan de tres ingredientes principales:
Aunque no es la peor afección que puede sufrir el cannabis, la septoriosis puede causar daños. Pero, afortunadamente, se puede controlar. Unas buenas prácticas de cultivo contribuirán enormemente a prevenir esta enfermedad, pero es importante aprender a reconocer los síntomas y saber qué hacer en caso de que aparezca en tu cultivo; porque a veces, por mucho que nos esforcemos en prevenirla, puede afectar a las plantas de cannabis.
La mejor forma de afrontar este problema es mediante una estrategia integrada, que evitará tener que usar fungicidas perjudiciales para el medio ambiente.