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Mezclar tabaco y cannabis: ¿supone un mayor riesgo de adicción?
Para mucha gente, es importante encontrar alternativas sin nicotina para mezclar con la marihuana. Si quieres dejar de fumar cigarrillos, o si quieres evitar empezar a hacerlo, te vendrá bien separar el consumo de cannabis de la adicción a la nicotina.
Índice:
Es lógico preguntarse si es buena idea añadir tabaco a los porros cada vez que fumas. Aunque es una práctica habitual, puede que haya métodos mejores y más saludables para consumir marihuana. En este artículo analizamos los efectos del cannabis y la nicotina por separado, y combinados, y examinamos qué alternativas al tabaco podrían ser mejores en lo que respecta a la adicción y la salud.
¿Por qué la gente mezcla la marihuana con tabaco?
Mucha gente, especialmente los que estamos en Europa, suele fumar los cogollos mezclados con tabaco. Hay varias razones para ello. En primer lugar, ayuda a conseguir una combustión uniforme y consistente. En segundo lugar, ayuda a engordar un porro para quienes quieren fumar algo más consistente. En tercer lugar, mucha gente considera que la aspereza del tabaco mejora el sabor y la sensación de fumar.
¿Podría haber una cuarta razón? Quizá las cualidades adictivas del tabaco aumenten el placer de fumar un porro.
¿Cuál es la relación entre la marihuana, el tabaco y la adicción?
Adicción es una palabra que se utiliza mucho. Incluso al hablar sobre la adicción, aparecen términos como físico, comportamiento o dependencia. Pero ¿qué significan todos ellos?
Lamentablemente, no existe un consenso al respecto. De hecho, en el manual diagnóstico y estadístico (DSM), la adicción (en el sentido que le damos aquí) ahora se denomina "trastorno por consumo de sustancias (TCS)". Este término se introdujo para acabar con parte de la controversia en torno al debate sobre la adicción física y conductual. Al diagnosticar un TCS, nos centramos más en los síntomas y los comportamientos, en lugar de centrarnos en las causas subyacentes, ya que estas son numerosas e interdependientes.
Sin embargo, existen diferencias entre las adicciones, que no se deben pasar por alto. Algunas sustancias ejercen sus efectos adictivos más potentes al interactuar directamente con los neurotransmisores; concretamente, con los que intervienen en el circuito de recompensa del cerebro, como la dopamina. Estas sustancias se consideran físicamente adictivas.
En cambio, otras sustancias se consideran adictivas desde el punto de vista del comportamiento. Estas sustancias activan los circuitos de recompensa indirectamente y, aunque también pueden causar adicción, no suelen provocar una dependencia física y, por lo tanto, no conllevan el grave síndrome de abstinencia asociado a las adicciones físicas. No obstante, son reales.
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Tabaco
No es ningún secreto que el tabaco crea adicción. De hecho, ¡es la clave de su éxito! El tabaco, o más bien la nicotina (la droga que contiene el tabaco), sin duda puede considerarse una droga físicamente adictiva.
La nicotina provoca adicción al imitar al neurotransmisor acetilcolina, que afecta el movimiento muscular, el ritmo cardíaco y la memoria, entre otros. Aunque no parezca entrar en la categoría de drogas como la cocaína, la nicotina es un estimulante y provoca la excitación del sistema nervioso.
Pero ¿cómo es que el hecho de imitar a la acetilcolina provoca que el consumidor desarrolle una adicción, o un TCS? Las moléculas de nicotina se unen a los receptores colinérgicos nicotínicos, después de ser transportadas a través de los pulmones y la sangre hasta llegar a dichos receptores. Entre sus múltiples efectos, el más importante en cuanto a la adicción es que provoca la liberación de dopamina[1].
La dopamina es un neurotransmisor que se produce en nuestro cuerpo de forma natural y que, debido a su asociación con las drogas adictivas, a menudo recibe una mala reputación. La dopamina está en el cuerpo para enseñarnos comportamientos que son buenos y beneficiosos, haciendo que los repitamos; naturalmente, esto evolucionó para impulsarnos a hacer cosas como comer. Pero ciertas moléculas, como la nicotina, también son capaces de provocar una liberación de dopamina, creando sensaciones de recompensa y fomentando comportamientos compulsivos; o adicción.
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Marihuana
A diferencia del tabaco, el cannabis no se considera una sustancia con grandes propiedades adictivas a nivel físico; sin embargo, esto se está cuestionando actualmente[2], poniendo de manifiesto la necesidad de dejar de usar términos binarios como la adicción física y conductual. Pero, en cualquier caso, esto no significa que la gente no pueda desarrollar un TCS al consumir marihuana. De hecho, tiene su propio nombre: trastorno por consumo de cannabis.
Los mecanismos por los que el cannabis causa adicción parecen ser mucho más sutiles que los de la nicotina. Básicamente, la molécula de nicotina parece provocar directamente la liberación de dopamina, causando adicción. Pero no se puede decir lo mismo del cannabis.
Parece mucho más probable que intervenga un conjunto más amplio de factores, incluyendo los cambios neurobiológicos, el disfrute de los efectos, y el impacto de estos sobre la disposición mental preexistente de cada persona (tanto inherente como aprendida). En lo que respecta a los cambios neurobiológicos, se sospecha que el consumo excesivo y continuado de marihuana puede hacer que los receptores CB1 y CB2 del cuerpo sean menos receptivos[3], lo que significa que los endocannabinoides (los cannabinoides que produce nuestro cuerpo de forma natural) tienen un efecto anormalmente reducido.
Todavía no se sabe hasta qué punto puede ser adictivo el cannabis, pero parece probable que consumirlo mezclado con productos que contienen nicotina, altamente adictivos, fomente la adicción.
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Mezclar tabaco y marihuana
Aunque nosotros, de forma consciente, seamos capaces de distinguir entre sustancias, los sistemas de recompensa del cerebro podrían no ser tan distintivos. Por tanto, si cada vez que fumas marihuana también consumes tabaco, es muy posible que tu cerebro establezca la conexión entre la adicción a la nicotina y el cannabis, y no solamente el tabaco.
Las investigaciones científicas sobre los efectos de fumar cannabis mezclado con tabaco son sorprendentemente escasas, teniendo en cuenta la gran cantidad de estudios realizados sobre cada una de estas sustancias por separado. Por otro lado, el posible efecto que el tabaco podría tener agravando el trastorno por consumo de cannabis señala la necesidad de estudiar más a fondo esta relación.
Sin embargo, hay algunas investigaciones, como la de Filbey, Gohel, Prashad y Biswal[4], que sugieren que el consumo combinado de cannabis y tabaco da lugar a estados cerebrales únicos. No obstante, los investigadores señalan que esto no se ha reproducido en todos los estudios similares, por lo que es demasiado pronto para extraer conclusiones definitivas a partir de sus datos.
Además, se podría debatir si fumar cannabis por sí solo es mejor para la salud fisiológica, en comparación a fumarlo mezclado con tabaco. Se ha observado que las aproximadamente 4000 sustancias químicas presentes en el humo del tabaco y del cannabis son en su mayor parte idénticas[5]. Esto hace que no esté claro si hay alguna diferencia en el efecto para la salud de fumar un porro sin tabaco, comparado al de fumar un porro de hierba y tabaco.
Pero hay una cosa de la que podemos estar seguros. Si fumar marihuana con tabaco crea adicción a la nicotina, y esto hace que alguien empiece a fumar cigarrillos, aumentará enormemente la probabilidad de que se produzcan efectos negativos para la salud. En ese caso, tal vez quieras encontrar alternativas al tabaco para liar tus porros.
Alternativas a fumar con tabaco
Por suerte, tanto el mundo antiguo como el moderno nos ofrecen alternativas al tabaco para disfrutar fumando marihuana. De hecho, ni siquiera es necesario fumar en absoluto.
- Alternativas para fumar
Hay varias formas de fumar cannabis sin inhalar tabaco. La más sencilla es liar un porro solamente con hierba; sin nada de tabaco.
Pero, si quieres aderezar un poco las cosas, hay varias sustancias que puedes mezclar con el cannabis, y ninguna contiene nicotina. Algunas alternativas populares al tabaco son:
Kratom | Kanna | Damiana |
Lavanda | Hojas y raíces de malvavisco | Prácticamente cualquier tipo de té (aunque puede que no tenga un gran sabor) |
Kratom | Kanna | Damiana |
Lavanda | Hojas y raíces de malvavisco | Prácticamente cualquier tipo de té (aunque puede que no tenga un gran sabor) |
- Vapear
Si quieres dejar de fumar por completo, tienes la opción de vapear. Pero esto no requiere necesariamente que compres e-líquidos o aceites para vapear. Simplemente puedes comprar un vaporizador diseñado específicamente para usar con cogollos o con extractos. Los vaporizadores funcionan a temperaturas óptimas, y son una gran forma de obtener lo mejor de los cannabinoides y terpenos de tu hierba favorita.
En general, vapear se considera más sano que fumar; aunque no creas que carece de efectos negativos para la salud.
- Comestibles
Los comestibles son una gran opción para quienes quieren evitar usar sus pulmones para fumar o vapear, y dedicarlos exclusivamente a respirar. Al añadir cannabis a unas galletas, brownies o cualquier otra cosa, puedes consumir marihuana sin afectar en absoluto a tus pulmones. Además, este método tiene un gran sabor y sus efectos duran más tiempo en comparación a fumar y vapear.
Fuentes Externas
- Nicotine Addiction https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Cannabis Addiction and the Brain: a Review https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- (PDF) CB1 and CB2 Receptor Expression and Promoter Methylation in Patients with Cannabis Dependence https://www.researchgate.net
- Differential associations of combined vs. isolated cannabis and nicotine on brain resting state networks | SpringerLink https://link.springer.com
- Comparing cannabis with tobacco https://www.ncbi.nlm.nih.gov
Descargo de responsabilidad:
Este contenido está destinado únicamente a fines educativos. La información ofrecida procede de investigaciones recopiladas por fuentes externas.