.

Cómo injertar cannabis para cultivar diferentes variedades en una sola planta
Con esta guía aprenderás a injertar marihuana de forma profesional. Descubre los materiales que necesitas, las ventajas de los injertos, lo que dice la ciencia y cómo se hace paso a paso. Combina diferentes variedades en una sola planta y lleva tus habilidades de cultivo al siguiente nivel.
Índice:
- ¿Qué es un injerto de cannabis y cómo funciona?
- ¿Por qué injertar plantas de marihuana?
- Cómo injertar plantas de marihuana: guía detallada
- ¿Mejoran los injertos la calidad y la producción del cannabis?
- Retos y riesgos de injertar plantas de marihuana
- Reflexiones finales: ¿merece la pena injertar cannabis?
¿Alguna vez has oído hablar de un limonero que produce naranjas o un árbol que da distintos tipos de manzanas? ¡Sería genial hacer lo mismo con el cannabis! Por suerte, no solo es posible, sino que además es relativamente fácil. Utilizando una técnica conocida como injerto, ahora puedes cultivar diferentes variedades de marihuana en una sola planta, ¡y conseguir cosechas mucho más interesantes!
En este artículo explicamos cómo injertar cannabis, sus posibles ventajas y por qué lo están haciendo los investigadores. También ofrecemos una guía detallada para injertar tus propias plantas. ¿Alguna vez has querido hacer experimentos con tu cultivo? ¡Esta es tu oportunidad!
Cuando termines de leer este artículo, serás capaz de combinar (como mínimo) dos plantas de marihuana en un ejemplar magnífico que ofrezca las mejores características de ambas y aporte algo único a tu espacio de cultivo.
¿Qué es un injerto de cannabis y cómo funciona?
Para injertar cannabis se utiliza una técnica conocida como empalme, que consiste en unir múltiples variedades de marihuana en una sola planta. Este método se puede usar con dos o más cepas, y lo que se busca es conseguir distintas variedades que crezcan a partir de un portainjerto.
En resumen, se necesita una planta que actúe como portainjerto y al menos un vástago de otra variedad; a continuación, se unen ambas plantas y se dejan cicatrizar durante aproximadamente una semana.
Explicación de la técnica del injerto de cannabis (empalme y cicatrización)
El proceso del empalme consiste en cortar el tallo del vástago elegido con la forma adecuada para unirlo al portainjerto. Hay distintas maneras de hacerlo, como crear una base puntiaguda para insertarla en la parte superior del portainjerto; pero lo más habitual es hacer un corte en diagonal tanto en el portainjerto como en el vástago, para que encajen perfectamente.
Después, los tallos se atan entre sí, y hay que esperar una semana más o menos para que cicatricen antes de retirar la sujeción. Durante ese tiempo, no se debe manipular la planta para que se recupere por completo.
Injertos de marihuana y métodos tradicionales de clonación
En la agricultura tradicional, los cultivadores utilizan distintas técnicas de clonación para conseguir una réplica genética de las plantas madre. Sin embargo, el injerto de marihuana difiere de esos métodos por los siguientes motivos:
- El injerto de cannabis es más complejo, requiere mucho más trabajo y es más adecuado para cultivadores expertos.
- Las plantas de marihuana injertadas presentan dos o más genéticas únicas, en lugar de solo una como ocurre con los esquejes.
- Los injertos mejoran la salud de las raíces y pueden influir en la composición de los cannabinoides.
- Para injertar marihuana se necesitan más herramientas.
- Una vez cicatrizadas, las plantas injertadas son capaces de producir cosechas más abundantes.
¿Por qué injertar plantas de marihuana?
Hay muchas razones por las que tanto los investigadores como algunos cultivadores domésticos injertan cannabis y disfrutan de las ventajas asociadas a esta técnica de 4000 años de antigüedad.
Aunque la clonación resulta muy útil para conseguir réplicas genéticas exactas, las plantas injertadas ofrecen muchos más beneficios en lo que respecta a crecimiento, producción y contenido de cannabinoides. A continuación te mostramos algunos de ellos:
- El injerto puede mejorar la capacidad de enraizamiento de una variedad que podría tener dificultades para hacerlo con las técnicas de clonación tradicionales.
- Las plantas de cannabis se pueden injertar para preservar su genética.
- Puedes usar los injertos para crear híbridos únicos sin modificación genética.
- El injerto mejora el patrón de crecimiento, la resistencia y el vigor del vástago.
- Las plantas de marihuana injertadas solo necesitan alrededor de una semana para curarse por completo.
El cultivo de múltiples variedades en una sola planta ofrece al cultivador muchas más opciones a la hora de cosechar. La planta resultante podría beneficiarse de una mayor resistencia a las enfermedades gracias al sistema radicular más robusto del portainjerto, y las cosechas también podrían mejorar como consecuencia de una mayor absorción de nutrientes. En definitiva, los injertos son una excelente manera de producir un híbrido único y personalizado, con las mejores características tanto del portainjerto como del vástago.
Esta técnica no solo mejora la calidad de la hierba, sino que también permite experimentar con diferentes variedades sin tener que cultivar más plantas de las que permite la ley. También es ideal para cultivadores con poco espacio.
Estudios científicos sobre injertos de marihuana
Numerosas investigaciones han analizado las ventajas de injertar plantas de cannabis, especialmente en lo que respecta a la concentración de cannabinoides, la producción, etc.
Un estudio[1] de 2024 demostró que el tipo de portainjerto influye en la tasa de supervivencia, los parámetros morfológicos y la composición bioquímica de las plantas.
- Resumen: Una comparación entre plantas injertadas y sin injertar reveló que los injertos presentaban mejores características en la mayoría de los casos; lo que demuestra el gran potencial de esta técnica para producir hierba. Teniendo esto en cuenta, los criadores deben priorizar el desarrollo de portainjertos con buena resistencia a factores tanto bióticos como abióticos, para promover el éxito del injerto y la robustez de las plantas.
En un estudio[2] de 2022 se observó que un injerto CBD1 presentaba unas cantidades mucho más altas de cannabinol (CBN), así como mayores concentraciones de THCA.
- Resumen: El proceso del injerto podría haber acelerado la senescencia, y por eso los cogollos estaban más maduros cuando llegó el momento de la cosecha. Sin embargo, no se observó ninguna diferencia en el peso en seco de las flores, ni ninguna señal visual de madurez temprana. La técnica del injerto puede alterar la morfología del tallo y, en la combinación adecuada, mejorar la biomasa y la producción de THCA.
En otra investigación[3] publicada en 2024, se observó que todos los injertos de cannabis mejoraron significativamente los marcadores vegetativos y las cosechas.
- Resumen: Una variedad FSE rica en THC, se injertó en tres portainjertos distintos (uno rico en THC, otro rico en CBD y el tercero con una mezcla equilibrada de ambos cannabinoides). El mejor resultado en general (en cuanto a altura, circunferencia del tallo y número de hojas maduras) fue el de las plantas injertadas en el portainjerto equilibrado y en el que tenía un contenido alto de CBD, lo que también se tradujo en cosechas más abundantes.
Según los análisis del contenido mineral de las hojas, los niveles más altos de nitrógeno y fósforo se encontraron en las hojas de la variedad FSE injertadas en el portainjerto equilibrado. Y el análisis del contenido de cannabinoides reveló que todos los injertos aumentaron el nivel de THC de las inflorescencias de la FSE en un 8-12%, en comparación con la planta control sin injertar. El portainjerto rico en THC fue el que produjo los niveles más altos de este cannabinoide.
Los resultados de todos estos estudios demuestran la importancia de la técnica del injerto en el cannabis como herramienta para aumentar la productividad y la calidad del producto final. Ahora que ya sabes por qué tanto los cultivadores como los investigadores están interesados en este método, vamos a ver cómo puedes hacerlo tú en casa.
Cómo injertar plantas de marihuana: Guía detallada
Si quieres saber si se puede injertar cualquier variedad de cannabis en otra, ¡la respuesta es sí! Como ya hemos dicho, deberás elegir una planta como portainjerto y otra como vástago.
A continuación te mostramos una lista de los materiales que vas a necesitar, instrucciones para identificar los mejores portainjertos y vástagos, y un tutorial para llevar a cabo el injerto.
Materiales
- Bisturí/cuchilla afilada
- Tijeras de podar
- Cinta de teflón o para injertos
- Bolsas de plástico sellables (las bolsas con cierre hermético extragrandes funcionan muy bien)
- Alambre de jardinería
- Vaso de agua
- Tabla de cortar limpia
- Pulverizador con solución fertilizante con un pH de 6
- Solución fertilizante para la fase vegetativa
Los mejores portainjertos y vástagos para injertar marihuana
El portainjerto que elijas deberá presentar un crecimiento robusto y buena salud, ya que estará sometido a cierto grado de estrés durante el proceso del injerto. Además, deberá ser resistente a las enfermedades típicas de las plantas, a los patógenos y a los factores ambientales perjudiciales. Por último, la planta tendrá que encontrarse en un momento avanzado de la fase vegetativa.
Si ya sabes qué portainjerto vas a usar, es hora de elegir la planta que servirá de vástago. Injertar cannabis es una excelente forma de mejorar las características menos interesantes en un vástago que quizás no tuviese un buen sistema de raíces o le faltase vigor. Por ejemplo, las plantas de marihuana difíciles de enraizar con los métodos de clonación tradicionales son excelentes candidatas para los injertos.
También es importante tener en cuenta que los tallos tanto del portainjerto como del vástago deben coincidir en anchura y grosor, para que el proceso de unión resulte más sencillo.
Proceso de injerto paso a paso
Paso 1: Selecciona tu portainjerto y vástago. Ambas plantas deberán estar en fase vegetativa (nunca utilices plantas en floración).
Paso 2: Elimina la mayor parte del follaje del vástago con un bisturí afilado, dejando intacto el crecimiento internodal superior y las hojas superiores.
Paso 3: Corta el vástago de la planta donante con unas tijeras de podar afiladas y limpias.
Paso 4: Sobre la tabla de cortar, corta la base del vástago en un ángulo de 45 grados para crear una superficie mayor. A continuación, pon el vástago en el vaso de agua.
Paso 5: Con ayuda del bisturí, elimina las hojas y los brotes laterales del portainjerto. Corta el punto de unión del portainjerto en un ángulo de 45 grados para que se acople a la perfección con el vástago.
Paso 6: Saca el vástago del vaso de agua y rocía inmediatamente los cortes de 45 grados tanto del vástago como del portainjerto con la solución con el pH equilibrado. Junta los dos de forma que encajen.
Paso 7: Una vez unidos, usa la cinta para sujetarlos, comenzando con un trozo pequeño.
Paso 8: Coge un trozo más grande de cinta y envuélvelo con firmeza alrededor del vástago y el portainjerto, para que no se separen. La cinta bloqueará la luz y el aire del corte, y podrás quitarla unos días después de que el injerto haya fusionado bien los dos tallos.
Paso 9: Envuelve con cuidado el alambre de jardinería entrecruzándolo a 1cm por debajo y por encima de la cinta, para sujetar de forma segura el lugar del injerto.
Paso 10: Rocía ligeramente el interior de la bolsa de plástico con la solución fertilizante, para crear un ambiente con mucha humedad. Coloca la bolsa sobre la parte superior del vástago y átala, pero no dejes que entre en contacto con las hojas.
Después de una semana, retira la bolsa de plástico, el alambre y la cinta adhesiva, ¡y tendrás tu planta injertada!
¿Mejoran los injertos la calidad y la producción del cannabis?
Según los estudios científicos que mencionamos en este artículo, la producción de las plantas de marihuana injertadas fue mucho más alta que la de las plantas sin injertar. También se observó una diferencia notable en la concentración de cannabinoides, lo que a su vez influyó en la potencia general de la hierba.
Por lo tanto, podemos afirmar que, al menos en estos ejemplos, las plantas injertadas resultaron ser mejores que las no injertadas, y que produjeron mayores cosechas y proporciones de THC/CBD.
Retos y riesgos de injertar plantas de marihuana
Realizar un injerto puede ser una tarea complicada, más adecuada para cultivadores expertos; pero si se hace correctamente, da lugar a plantas fuertes y robustas. Cuando se experimenta con injertos, se pueden cometer los siguientes errores:
- No dejar a las plantas suficiente tiempo para cicatrizar antes de retirar la cinta y el alambre.
- Proporcionarles unos niveles de humedad no adecuados durante la fase de propagación.
- Usar un vástago y un portainjerto que no sean compatibles en cuanto a tamaño y anchura.
- Intentar injertar plantas de cannabis demasiado jóvenes.
- Usar tijeras de podar romas y no realizar un corte limpio y preciso.
- Elegir un portainjerto que sea susceptible a los patógenos y las enfermedades.
Reflexiones finales: ¿Merece la pena injertar cannabis?
Si analizamos en profundidad los estudios científicos y los comentarios de gente que experimenta con injertos de marihuana, sin duda vale la pena invertir nuestro tiempo y esfuerzo en esta técnica. Ya que promueve la capacidad de enraizamiento, preserva la genética, ahorra espacio, y mejora el patrón de crecimiento, la resiliencia y el vigor de los vástagos.
Puede que injertar marihuana no sea tan habitual como los métodos de clonación tradicionales, pero ¿quién dice que no se vaya a convertir en una revolución para el cannabis comercial cuando más cultivadores descubran sus ventajas? Si pruebas a hacer tu primer injerto de marihuana, es muy probable que nunca vuelvas a sacar esquejes. ¡Te deseamos buena suerte experimentando con tus variedades favoritas y llevando tus habilidades hortícolas al siguiente nivel!
¿Alguna vez has oído hablar de un limonero que produce naranjas o un árbol que da distintos tipos de manzanas? ¡Sería genial hacer lo mismo con el cannabis! Por suerte, no solo es posible, sino que además es relativamente fácil. Utilizando una técnica conocida como injerto, ahora puedes cultivar diferentes variedades de marihuana en una sola planta, ¡y conseguir cosechas mucho más interesantes!
En este artículo explicamos cómo injertar cannabis, sus posibles ventajas y por qué lo están haciendo los investigadores. También ofrecemos una guía detallada para injertar tus propias plantas. ¿Alguna vez has querido hacer experimentos con tu cultivo? ¡Esta es tu oportunidad!
Cuando termines de leer este artículo, serás capaz de combinar (como mínimo) dos plantas de marihuana en un ejemplar magnífico que ofrezca las mejores características de ambas y aporte algo único a tu espacio de cultivo.
¿Qué es un injerto de cannabis y cómo funciona?
Para injertar cannabis se utiliza una técnica conocida como empalme, que consiste en unir múltiples variedades de marihuana en una sola planta. Este método se puede usar con dos o más cepas, y lo que se busca es conseguir distintas variedades que crezcan a partir de un portainjerto.
En resumen, se necesita una planta que actúe como portainjerto y al menos un vástago de otra variedad; a continuación, se unen ambas plantas y se dejan cicatrizar durante aproximadamente una semana.
Explicación de la técnica del injerto de cannabis (empalme y cicatrización)
El proceso del empalme consiste en cortar el tallo del vástago elegido con la forma adecuada para unirlo al portainjerto. Hay distintas maneras de hacerlo, como crear una base puntiaguda para insertarla en la parte superior del portainjerto; pero lo más habitual es hacer un corte en diagonal tanto en el portainjerto como en el vástago, para que encajen perfectamente.
Después, los tallos se atan entre sí, y hay que esperar una semana más o menos para que cicatricen antes de retirar la sujeción. Durante ese tiempo, no se debe manipular la planta para que se recupere por completo.
Injertos de marihuana y métodos tradicionales de clonación
En la agricultura tradicional, los cultivadores utilizan distintas técnicas de clonación para conseguir una réplica genética de las plantas madre. Sin embargo, el injerto de marihuana difiere de esos métodos por los siguientes motivos:
• El injerto de cannabis es más complejo, requiere mucho más trabajo y es más adecuado para cultivadores expertos.
• Las plantas de marihuana injertadas presentan dos o más genéticas únicas, en lugar de solo una como ocurre con los esquejes.
• Los injertos mejoran la salud de las raíces y pueden influir en la composición de los cannabinoides.
• Para injertar marihuana se necesitan más herramientas.
• Una vez cicatrizadas, las plantas injertadas son capaces de producir cosechas más abundantes.
¿Por qué injertar plantas de marihuana?
Hay muchas razones por las que tanto los investigadores como algunos cultivadores domésticos injertan cannabis y disfrutan de las ventajas asociadas a esta técnica de 4000 años de antigüedad.
Aunque la clonación resulta muy útil para conseguir réplicas genéticas exactas, las plantas injertadas ofrecen muchos más beneficios en lo que respecta a crecimiento, producción y contenido de cannabinoides. A continuación te mostramos algunos de ellos:
• El injerto puede mejorar la capacidad de enraizamiento de una variedad que podría tener dificultades para hacerlo con las técnicas de clonación tradicionales.
• Las plantas de cannabis se pueden injertar para preservar su genética.
• Puedes usar los injertos para crear híbridos únicos sin modificación genética.
• El injerto mejora el patrón de crecimiento, la resistencia y el vigor del vástago.
• Las plantas de marihuana injertadas solo necesitan alrededor de una semana para curarse por completo.
El cultivo de múltiples variedades en una sola planta ofrece al cultivador muchas más opciones a la hora de cosechar. La planta resultante podría beneficiarse de una mayor resistencia a las enfermedades gracias al sistema radicular más robusto del portainjerto, y las cosechas también podrían mejorar como consecuencia de una mayor absorción de nutrientes. En definitiva, los injertos son una excelente manera de producir un híbrido único y personalizado, con las mejores características tanto del portainjerto como del vástago.
Esta técnica no solo mejora la calidad de la hierba, sino que también permite experimentar con diferentes variedades sin tener que cultivar más plantas de las que permite la ley. También es ideal para cultivadores con poco espacio.
Estudios científicos sobre injertos de marihuana
Numerosas investigaciones han analizado las ventajas de injertar plantas de cannabis, especialmente en lo que respecta a la concentración de cannabinoides, la producción, etc.
Un **estudio de 2024 demostró que el tipo de portainjerto influye en la tasa de supervivencia, los parámetros morfológicos y la composición bioquímica de las plantas.
**estudio - https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC11054458/
• Resumen: Una comparación entre plantas injertadas y sin injertar reveló que los injertos presentaban mejores características en la mayoría de los casos; lo que demuestra el gran potencial de esta técnica para producir hierba. Teniendo esto en cuenta, los criadores deben priorizar el desarrollo de portainjertos con buena resistencia a factores tanto bióticos como abióticos, para promover el éxito del injerto y la robustez de las plantas.
En un **estudio de 2022 se observó que un injerto CBD1 presentaba unas cantidades mucho más altas de cannabinol (CBN), así como mayores concentraciones de THCA.
**estudio - https://www.mdpi.com/2073-4395/12/4/852
• Resumen: El proceso del injerto podría haber acelerado la senescencia, y por eso los cogollos estaban más maduros cuando llegó el momento de la cosecha. Sin embargo, no se observó ninguna diferencia en el peso en seco de las flores, ni ninguna señal visual de madurez temprana. La técnica del injerto puede alterar la morfología del tallo y, en la combinación adecuada, mejorar la biomasa y la producción de THCA.
En otra **investigación publicada en 2024, se observó que todos los injertos de cannabis mejoraron significativamente los marcadores vegetativos y las cosechas.
**investigación - https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0168945224002371
• Resumen: Una variedad FSE rica en THC, se injertó en tres portainjertos distintos (uno rico en THC, otro rico en CBD y el tercero con una mezcla equilibrada de ambos cannabinoides). El mejor resultado en general (en cuanto a altura, circunferencia del tallo y número de hojas maduras) fue el de las plantas injertadas en el portainjerto equilibrado y en el que tenía un contenido alto de CBD, lo que también se tradujo en cosechas más abundantes.
Según los análisis del contenido mineral de las hojas, los niveles más altos de nitrógeno y fósforo se encontraron en las hojas de la variedad FSE injertadas en el portainjerto equilibrado. Y el análisis del contenido de cannabinoides reveló que todos los injertos aumentaron el nivel de THC de las inflorescencias de la FSE en un 8-12%, en comparación con la planta control sin injertar. El portainjerto rico en THC fue el que produjo los niveles más altos de este cannabinoide.
Los resultados de todos estos estudios demuestran la importancia de la técnica del injerto en el cannabis como herramienta para aumentar la productividad y la calidad del producto final. Ahora que ya sabes por qué tanto los cultivadores como los investigadores están interesados en este método, vamos a ver cómo puedes hacerlo tú en casa.
Cómo injertar plantas de marihuana: Guía detallada
Si quieres saber si se puede injertar cualquier variedad de cannabis en otra, ¡la respuesta es sí! Como ya hemos dicho, deberás elegir una planta como portainjerto y otra como vástago.
A continuación te mostramos una lista de los materiales que vas a necesitar, instrucciones para identificar los mejores portainjertos y vástagos, y un tutorial para llevar a cabo el injerto.
Materiales
• Bisturí/cuchilla afilada
• Tijeras de podar
• Cinta de teflón o para injertos
• Bolsas de plástico sellables (las bolsas con cierre hermético extragrandes funcionan muy bien)
• Alambre de jardinería
• Vaso de agua
• Tabla de cortar limpia
• Pulverizador con solución fertilizante con un pH de 6
• Solución fertilizante para la fase vegetativa
Los mejores portainjertos y vástagos para injertar marihuana
El portainjerto que elijas deberá presentar un crecimiento robusto y buena salud, ya que estará sometido a cierto grado de estrés durante el proceso del injerto. Además, deberá ser resistente a las enfermedades típicas de las plantas, a los patógenos y a los factores ambientales perjudiciales. Por último, la planta tendrá que encontrarse en un momento avanzado de la fase vegetativa.
Si ya sabes qué portainjerto vas a usar, es hora de elegir la planta que servirá de vástago. Injertar cannabis es una excelente forma de mejorar las características menos interesantes en un vástago que quizás no tuviese un buen sistema de raíces o le faltase vigor. Por ejemplo, las plantas de marihuana difíciles de enraizar con los métodos de clonación tradicionales son excelentes candidatas para los injertos.
También es importante tener en cuenta que los tallos tanto del portainjerto como del vástago deben coincidir en anchura y grosor, para que el proceso de unión resulte más sencillo.
Proceso de injerto paso a paso
Paso 1: Selecciona tu portainjerto y vástago. Ambas plantas deberán estar en fase vegetativa (nunca utilices plantas en floración).
Paso 2: Elimina la mayor parte del follaje del vástago con un bisturí afilado, dejando intacto el crecimiento internodal superior y las hojas superiores.
Paso 3: Corta el vástago de la planta donante con unas tijeras de podar afiladas y limpias.
Paso 4: Sobre la tabla de cortar, corta la base del vástago en un ángulo de 45 grados para crear una superficie mayor. A continuación, pon el vástago en el vaso de agua.
Paso 5: Con ayuda del bisturí, elimina las hojas y los brotes laterales del portainjerto. Corta el punto de unión del portainjerto en un ángulo de 45 grados para que se acople a la perfección con el vástago.
Paso 6: Saca el vástago del vaso de agua y rocía inmediatamente los cortes de 45 grados tanto del vástago como del portainjerto con la solución con el pH equilibrado. Junta los dos de forma que encajen.
Paso 7: Una vez unidos, usa la cinta para sujetarlos, comenzando con un trozo pequeño.
Paso 8: Coge un trozo más grande de cinta y envuélvelo con firmeza alrededor del vástago y el portainjerto, para que no se separen. La cinta bloqueará la luz y el aire del corte, y podrás quitarla unos días después de que el injerto haya fusionado bien los dos tallos.
Paso 9: Envuelve con cuidado el alambre de jardinería entrecruzándolo a 1cm por debajo y por encima de la cinta, para sujetar de forma segura el lugar del injerto.
Paso 10: Rocía ligeramente el interior de la bolsa de plástico con la solución fertilizante, para crear un ambiente con mucha humedad. Coloca la bolsa sobre la parte superior del vástago y átala, pero no dejes que entre en contacto con las hojas.
Después de una semana, retira la bolsa de plástico, el alambre y la cinta adhesiva, ¡y tendrás tu planta injertada!
¿Mejoran los injertos la calidad y la producción del cannabis?
Según los estudios científicos que mencionamos en este artículo, la producción de las plantas de marihuana injertadas fue mucho más alta que la de las plantas sin injertar. También se observó una diferencia notable en la concentración de cannabinoides, lo que a su vez influyó en la potencia general de la hierba.
Por lo tanto, podemos afirmar que, al menos en estos ejemplos, las plantas injertadas resultaron ser mejores que las no injertadas, y que produjeron mayores cosechas y proporciones de THC/CBD.
Retos y riesgos de injertar plantas de marihuana
Realizar un injerto puede ser una tarea complicada, más adecuada para cultivadores expertos; pero si se hace correctamente, da lugar a plantas fuertes y robustas. Cuando se experimenta con injertos, se pueden cometer los siguientes errores:
• No dejar a las plantas suficiente tiempo para cicatrizar antes de retirar la cinta y el alambre.
• Proporcionarles unos niveles de humedad no adecuados durante la fase de propagación.
• Usar un vástago y un portainjerto que no sean compatibles en cuanto a tamaño y anchura.
• Intentar injertar plantas de cannabis demasiado jóvenes.
• Usar tijeras de podar romas y no realizar un corte limpio y preciso.
• Elegir un portainjerto que sea susceptible a los patógenos y las enfermedades.
Reflexiones finales: ¿Merece la pena injertar cannabis?
Si analizamos en profundidad los estudios científicos y los comentarios de gente que experimenta con injertos de marihuana, sin duda vale la pena invertir nuestro tiempo y esfuerzo en esta técnica. Ya que promueve la capacidad de enraizamiento, preserva la genética, ahorra espacio, y mejora el patrón de crecimiento, la resiliencia y el vigor de los vástagos.
Puede que injertar marihuana no sea tan habitual como los métodos de clonación tradicionales, pero ¿quién dice que no se vaya a convertir en una revolución para el cannabis comercial cuando más cultivadores descubran sus ventajas? Si pruebas a hacer tu primer injerto de marihuana, es muy probable que nunca vuelvas a sacar esquejes. ¡Te deseamos buena suerte experimentando con tus variedades favoritas y llevando tus habilidades hortícolas al siguiente nivel!