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El flujo y reflujo es un sistema hidropónico de bajo coste y gran eficacia. Gracias a su ingenioso diseño, permite cultivar plantas de forma básicamente automatizada. Este método es perfecto para el cultivador de nivel principiante a intermedio, que esté preparado para supervisar su sistema de cultivo sin tener que controlarlo demasiado.
Índice:
El flujo y reflujo, también llamado inundación y drenaje o “ebb and flow” en inglés, es un eficaz sistema hidropónico que está ganando terreno en el cultivo de marihuana. Tiene un coste bastante bajo y un nivel de dificultad intermedio. Si has probado algún sistema hidropónico más básico y estás preparado para llevar las cosas al próximo nivel, el flujo y reflujo podría ser lo que buscas.
En un sistema de flujo y reflujo, las macetas contienen un sustrato inerte que no aporta nutrientes a las plantas, pero permite anclar las raíces y se drena lentamente. Las macetas se ponen en una bandeja de cultivo, que se coloca sobre un depósito de agua rica en nutrientes. Este agua se bombea desde el depósito hacia la bandeja de cultivo, donde fluye hasta las raíces a través de unos agujeros en las macetas. Luego, el agua se drena lentamente, y vuelve al depósito mediante la fuerza de la gravedad. Entonces se deja un período de tiempo para que las raíces se sequen y se oxigenen.
Este es un modelo al estilo "festín o hambruna". Durante la fase de inundación, la planta se queda "hambrienta" de oxígeno, así que cuando las raíces se secan se pega un festín de O₂. Y viceversa, durante la fase de drenaje las plantas se vuelven sedientas y después beben mucha agua.
Una vez montado, el sistema de flujo y reflujo prácticamente se mantiene solo. Tiene un mantenimiento fácil y funciona mayoritariamente de forma automatizada. Además, su montaje es barato y relativamente fácil. Es bastante sencillo: la exposición limitada de las raíces de las plantas a la solución nutritiva evita la necesidad de controlar la temperatura, la oxigenación del agua y otros factores complicados normalmente asociados a otros sistemas hidropónicos.
Los sistemas de inundación y drenaje son conocidos por su sencillez: son silenciosos, ocupan poco espacio y no consumen mucha energía. Si necesitas que tu sistema hidropónico sea discreto, el flujo y reflujo es una buena opción.
La principal desventaja de este método es que, si algo sale mal, podría echarse a perder toda tu cosecha. Este sistema necesita ser vigilado, especialmente el equipamiento nuevo que todavía no se haya probado. Si surgiera algún problema, ¡necesitarás un cerebro humano para resolverlo!
Otra desventaja de este sistema de cultivo es que, si descuidas la higiene y el mantenimiento, pueden aparecer enfermedades en las raíces y deficiencias nutricionales. No olvides renovar la solución nutritiva semanalmente y limpiar todo el equipo entre cultivo y cultivo.
Un mal drenaje puede hacer fracasar este sistema, dando lugar a podredumbre de la raíz y otros problemas. Asegúrate de montarlo todo correctamente desde el principio, y no deberías tener problemas.
¿Con qué frecuencia debería inundarse y drenarse? Esto depende del sustrato de cultivo y del clima. En climas más fríos, o con un medio de drenaje más lento como la lana de roca, debería ser suficiente con dos inundaciones al día. En climas más cálidos, o con sustratos que se drenen más rápidamente, puedes realizar hasta cuatro inundaciones al día, o incluso seis.
Ahí lo tienes, si buscas un desafío asequible en el mundo del cultivo hidropónico, ¡el flujo y reflujo podría ser tu futuro!