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¿Cómo y por qué debes limpiar tu vaporizador?
Tras comenzar su vida nuevo y reluciente, un vaporizador no tarda en atascarse con los restos de las últimas sesiones. Lo que no es malo, sino una forma de vida para los amantes de la vaporización. Pero los problemas empiezan cuando no se elimina la acumulación de residuos o no se limpia el vaporizador después de cada uso.
TRATA TU VAPORIZADOR CON CARIÑO
Aunque es cierto que lo barato sale caro, hasta los vaporizadores más económicos pueden durar más si se mantienen correctamente. Si necesitas una razón para limpiar tu vaporizador, piensa en el siguiente ejemplo: después de comer, nos cepillamos los dientes.
Esto no solo mantiene nuestra dentadura sana, también evita que la comida del día anterior arruine o contamine el sabor de la de hoy. Y lo mismo ocurre con los vaporizadores. Si no se limpian bien, se sacrifica el carácter, gusto y consiguiente subidón de la hierba vaporizada. Además, estos aspectos empeoran progresivamente cuanto más tiempo se evite la limpieza.
LA LIMPIEZA ES FUNDAMENTAL PARA CONSEGUIR EL MEJOR RENDIMIENTO
No queremos repetirnos demasiado, pero la falta de limpieza también acorta la vida útil de cualquier vaporizador, independientemente de su calidad de construcción. La acumulación de residuos hará que tu dispositivo tenga que trabajar más de lo necesario, lo que con el tiempo acabará perjudicando al elemento calefactor. En el peor de los casos, puede hacer que el aparato se estropee. De todos modos, no queremos sonar como un disco rayado. Un vaporizador limpio equivale a un vapor puro, y punto.
CÓMO LIMPIAR UN VAPORIZADOR DE HIERBAS SECAS
Para una limpieza rápida y eficaz, sigue estos tres sencillos consejos. Tu vaporizador parecerá nuevo cada vez que lo uses.
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LIMPIÁLO POR ENCIMA DESPUÉS DE CADA USO
La mayoría de los vaporizadores del mercado vienen con un cepillo de limpieza, que parece una versión en miniatura de los pinceles que usan los cocineros para aplicar glaseados. Si el tuyo no incluye un cepillo, tendrás que comprarte uno lo bastante pequeño como para que quepa en los bordes de la cámara de la hierba. También deberá tener cerdas duras mejor que blandas, para poder eliminar la mayor cantidad de residuo.
Como parte de tu rutina diaria, vacía la cámara de relleno después de cada uso y deshazte de los restos de la sesión. Presta especial atención a las zonas con filtros o mallas, donde los residuos acumulados tendrán un mayor efecto sobre el sabor del vapor. Empieza colocando el dispositivo boca abajo y golpéalo ligeramente sobre la superficie de una mesa. De esta forma, no dañarás el vaporizador, pero podrás eliminar cualquier trocito de hierba vieja.
Usa la misma técnica para la boquilla, y si tu vaporizador tiene batería extraíble, sácala y pásale un trapo. No utilices agua ni laves el vaporizador bajo el grifo, ya que esto podría dañar los componentes eléctricos del interior. Los limpiapipas y los bastoncillos de algodón también pueden ser muy útiles a la hora de limpiar después de cada sesión, en lugar del cepillo.
2. UTILIZA ALCOHOL ISOPROPÍLICO 99%
En general, el alcohol isopropílico es la mejor solución para limpiar un vaporizador sin dañar las piezas clave ni afectar a la piel de tus manos. Para empezar, moja un paño, o el extremo de un bastoncillo de algodón, en el alcohol y limpia las siguientes zonas:
- El borde de la cámara de relleno
- Los filtros
- La boquilla
Prestar especial atención a la boquilla. Al fin y al cabo es la parte del vaporizador con la que vas a entrar en contacto cada vez que vapees.
La mayoría de dispositivos tienen filtros extraíbles. Si hay una acumulación de residuos especialmente difícil de limpiar, saca el filtro y empápalo en alcohol. Hazlo solamente con los elementos de acero o vidrio, para todo lo demás, pasa al consejo numero tres. Si tu vaporizador tiene algún acabado de madera, deberás evitarlo por completo, ya que el alcohol isopropílico decolora la madera.
3. LIMPIA A FONDO CADA VEZ QUE CAMBIES DE VARIEDAD
También deberás evitar empapar cualquier parte del vaporizador que tenga juntas de silicona o de goma. Estas piezas deben limpiarse a mano.
Antes de llenar la cámara de hierba, vuelve a montar el dispositivo y déjala encendida con el ajuste de temperatura más alto durante 5 minutos. De esta forma, se quemará cualquier resto de la solución de limpieza, para evitar que inhales sustancias químicas que podrían irritar tu garganta. Asegúrate de limpiar tu dispositivo a fondo cada vez que cambies de variedad, sobre todo si tienen un sabor distinto. Para poder apreciar plenamente el sabor de cada hierba, se necesita un vaporizador impecablemente limpio.