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Qué debes saber sobre los vaporizadores de hierbas secas
Los vaporizadores de hierba seca son ideales para los fumadores de cannabis que están iniciándose en el mundo del vapeo. En este artículo, echamos un vistazo a los vaporizadores de hierba seca, qué son, cómo funcionan y cómo usarlos adecuadamente.
¿Quieres vapear marihuana? En ese caso, los vaporizadores de hierba seca son ideales. A diferencia de los vaporizadores para concentrados, los vaporizadores de hierbas secas están diseñados para usarse únicamente con hierba, permitiéndote disfrutar todas las ventajas que ofrece el cannabis, pero sin humo.
¿QUÉ ES UN VAPORIZADOR DE HIERBA SECA?
Los vaporizadores funcionan calentando y evaporando los cannabinoides y terpenos del cannabis, sin que llegue a producirse combustión. Como el nombre sugiere, los vaporizadores de hierbas secas están diseñados para vapear cogollos y otra materia vegetal. En cambio, los vaporizadores “corrientes” suelen estar diseñados para vapear concentrados, como el wax, shatter, crumble o extractos de CO₂ (en vaporizadores bolígrafo).
¿CÓMO FUNCIONAN LOS VAPORIZADORES DE HIERBA SECA?
Los vaporizadores utilizan el calentamiento por conducción y/o convección para convertir los terpenos y cannabinoides en vapor.
Los vaporizadores de conducción usan elementos calefactores para transferir calor a la hierba, mediante contacto directo. Para entender mejor este proceso, piensa en cuando fríes un huevo en la sartén; el calor de los fogones calienta la sartén, que a su vez cocina el huevo por contacto directo.
En cambio, los vaporizadores de convección funcionan más como un horno de convección, al circular aire caliente alrededor de la hierba. De este modo, calientan el cannabis de forma gradual y uniforme, permitiendo que sus compuestos se evaporen sin llegar a quemarse.
LOS DIFERENTES COMPONENTES DE TU VAPORIZADOR DE HIERBA SECA
• Batería: la mayoría de vaporizadores portátiles funcionan con batería. Muchos vaporizadores modernos usan baterías de ion-litio al ser recargables y ofrecer una alta densidad energética, una menor tasa de autodescarga que las baterías Ni-Cd o NiMH, y otra serie de ventajas. Las baterías de los vaporizadores pueden ser fijas o extraíbles, según el modelo.
• Cámara: la cámara es el compartimento donde pones la hierba. Los vaporizadores más antiguos tenían cámaras de acero inoxidable, pero la mayoría de aparatos modernos tienen cámaras de cerámica ya que calientan más rápidamente, retienen mejor el calor y no alteran el sabor de la hierba. Algunos fabricantes de vaporizadores están empezando a usar cámaras de cuarzo. Aunque tarden un poco más en calentarse, las cámaras de cuarzo son las mejores para conservar el sabor natural de la marihuana.
• Boquilla: la boquilla es la pieza por donde absorbes el vapor de la cámara con tu boca. Los diferentes vaporizadores pueden tener diversos tipos de boquillas, por lo que es importante tomarte tu tiempo para encontrar el que mejor funcione para ti. Las boquillas cilíndricas o cónicas suelen ser las más cómodas, pero su longitud puede dificultar ligeramente las inhalaciones. Las boquillas planas no tienen este problema, pero pueden ser un poco menos cómodas. Para conseguir el máximo sabor, es recomendable usar un vaporizador con boquilla de vidrio, en lugar de una boquilla de silicona o caucho.
CÓMO USAR UN VAPORIZADOR DE HIERBA SECA
Usar un vaporizador de hierba seca es bastante sencillo. Y, aunque cada vaporizador sea diferente, los siguientes pasos pueden aplicarse a la mayoría de modelos.
1. Lee el manual de instrucciones: tu vaporizador incluye un manual por un motivo. Antes de nada, léelo bien para conocer los detalles concretos de la marca y el modelo de tu vaporizador.
2. Carga el vaporizador: la mayoría de vaporizadores del mercado vienen con un cargador USB. Para cargar completamente tu vaporizador, conéctalo a un enchufe de pared en lugar de conectarlo al ordenador; de este modo, se recargará más rápido y extenderás la vida útil de tu batería de litio. Las primeras 2-3 ocasiones que uses el vaporizador, deja que la batería se agote completamente, para ayudarte a calibrar la batería y preservar su duración.
3. La “quema”: este paso no suele estar indicado en los manuales de instrucciones, pero es muy importante ya que ayuda a limpiar los residuos que puedan quedar en la cámara como resultado del proceso de manufacturación o transporte. Una vez hayas cargado la batería del vaporizador, asegúrate de que la cámara esté vacía y elimina cualquier partícula visible; entonces, enciende el vaporizador y deja que se caliente a la máxima temperatura. Repite este proceso 2-3 veces, para ayudar a quemar y eliminar los residuos que pueda haber en la cámara.
4. Prepara tu hierba: los trozos grandes de cogollos no se vaporizan adecuadamente, por lo que tienes que moler la hierba a un tamaño medio-fino para que su superficie exterior sea mayor y más uniforme. De este modo, tu vaporizador podrá producir mejores caladas, cargadas con todos los terpenos y cannabinoides que desees.
5. Llena la cámara: para este paso, es mejor seguir las instrucciones incluidas con tu vaporizador. Recuerda que nunca debes llenar excesivamente la cámara, ya que esto puede afectar al buen funcionamiento de tu vaporizador.
6. Precalienta tu vaporizador: casi todos los vaporizadores disponibles actualmente en el mercado tienen una función de precalentamiento. Usa esta función para calentar tu dispositivo más rápidamente y asegurar unas mejores vaporizaciones.
7. Configura la temperatura: cuando tu vaporizador se haya precalentado, es el momento de seleccionar la temperatura. Algunos vaporizadores tienen ajustes de temperatura predeterminados, mientras que otros ofrecen un rango de temperaturas para que puedas escoger. Probablemente necesites hacer varias pruebas antes de encontrar la temperatura ideal para ti. La mayoría de gente vapea el cannabis en un rango entre 170 y 220°C.
8. Inhala: cuando tu dispositivo haya alcanzado la temperatura seleccionada, llega el momento de inhalar. Toma caladas lentas y consistentes de 3-5 segundos. Ten en cuenta que, al vapear, obtienes muchos más cannabinoides y terpenos del cannabis; por tanto, es recomendable dar 1-2 caladas y esperar un poco, para evitar quedarte demasiado fumado demasiado pronto.
CONSEJOS PARA UNAS VAPORIZACIONES PERFECTAS
• Mantén el vaporizador limpio: limpia tu aparato tras cada sesión (puedes usar bastoncillos de algodón y alcohol isopropílico) para que siga funcionando correctamente y preservar su duración.
• Usa hierba bien seca y curada: los cogollos más pegajosos y ligeramente húmedos son más difíciles de vapear.
• Consigue un buen grinder: un grinder de calidad es esencial para unas buenas vaporizaciones, al triturar la hierba con la consistencia perfecta.
• Descubre tu temperatura de vapeo ideal: para ello, empieza a vapear a la temperatura más baja (170°C) y ve subiendo gradualmente hasta encontrar una temperatura que te ofrezca caladas plenas, con los efectos deseados y el mejor sabor posible.
• Cuando el dispositivo esté totalmente cargado, desenchúfalo del cargador para proteger la vida útil de la batería.