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El cannabis y el dolor postoperatorio
¿Cuán efectivo es el cannabis para aliviar el dolor posoperatorio? ¿Y cómo se compara con los opioides y otros fármacos para el dolor, en cuanto a eficacia, accesibilidad y efectos secundarios? Sigue leyendo para saber más.
Hoy en día, el cannabis tiene muchas aplicaciones. Aparte de su habitual uso recreativo, esta planta está empezando a ganar reconocimiento científico por sus posibles propiedades para fomentar la salud y el bienestar. No hay más que echar un vistazo a las investigaciones publicadas en las últimas décadas para encontrar una gran cantidad de literatura al respecto.
En este artículo, hablaremos de la posible eficacia del cannabis para aliviar el dolor después de una cirugía mayor. ¿Es una mejor alternativa a los medicamentos de venta libre? ¿O es más recomendable tomar opioides y otros fármacos?
Índice:
Para analizar este tema, revisaremos las investigaciones científicas al respecto, así como el resto de opciones utilizadas por la gente. Si te estás planteando tomar CBD o THC para aliviar el dolor posoperatorio, este artículo debería responder a tus preguntas.
Tratamientos actuales para el dolor posoperatorio
No todas las cirugías son un proceso sencillo. Algunas operaciones son un poco agresivas, pero al final acabas bien; mientras que otras cirugías te dejarán con el cuerpo dolorido como si acabaras de tener un combate de boxeo de seis asaltos.
Antes de la legalización del cannabis, los médicos tendían a prescribir varias opciones para aliviar el dolor; algunas a base de fármacos y otras no.
El tipo de tratamiento al que se somete una persona depende del tipo de cirugía, así como de su tolerancia al dolor. La mayoría de estos tratamientos son seguros en general, pero todos los tratamientos a base de fármacos pueden tener efectos secundarios como náuseas, vómitos y somnolencia.
Anestésicos locales
La anestesia insensibiliza una parte concreta del cuerpo durante un breve periodo de tiempo. Algunas anestesias pueden administrarse por inyección subcutánea, mientras que otras vienen en forma de medicamentos de uso tópico, como gotas o cremas.
En algunos casos, si los pacientes sufren un dolor insoportable, se pueden usar bloqueadores nerviosos. Al igual que la mayoría de anestésicos, un bloqueador nervioso desensibiliza una región concreta del cuerpo desde donde irradia el dolor. Normalmente se administra a través de un catéter.
Una ventaja de los bloqueadores nerviosos es que disminuyen la cantidad de medicamentos opiáceos que se administran al paciente. Y eso significa una reducción en la intensidad y la frecuencia de los episodios de náuseas, somnolencia y otros efectos secundarios.
Anestésicos locales
En algunos casos, cuando un paciente siente un dolor insoportable, se le ofrece un bloqueador nervioso. De modo similar a la mayoría de anestésicos, el bloqueador nervioso insensibiliza la zona concreta del cuerpo desde donde irradia el dolor. Suele administrarse mediante una inyección.
Una de las ventajas de los bloqueadores nerviosos es que reducen la cantidad de fármacos opioides que se administran al paciente. Eso significa menos náuseas, letargo y otros efectos secundarios.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Probablemente en algún momento habrás tomado ibuprofeno para un fuerte dolor de muelas o una aspirina para deshacerte de una migraña.
Todos ellos son medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (también conocidos como AINE) y, como su nombre sugiere, se usan principalmente para reducir la inflamación. Se pueden incluso comprar sin receta médica.
La principal ventaja de tomar AINE es que no provocan ninguna alteración cognitiva. Pero hay que tener en cuenta sus posibles efectos secundarios, como el aumento de la tensión arterial y problemas digestivos. También podrían suponer un problema para quienes sufren asma o úlceras de estómago, o para quienes toman anticoagulantes.
Aunque los AINE sean fácilmente accesibles, es recomendable consultar a un profesional médico antes de tomarlos.
Técnicas de relajación
Para quienes no quieran atiborrar su cuerpo de fármacos, hay algunas técnicas de relajación para ayudar a aliviar el dolor posoperatorio.
Un buen ejemplo es la visualización guiada, en la cual dibujas una imagen calmada y tranquilizadora en tu mente. El objetivo de esta técnica es proporcionar una distracción agradable del dolor, reduciendo así su intensidad.
Los remedios no farmacológicos, como la terapia de frío o calor, también sirven para reducir la inflamación y hacer más llevadero el dolor.
Analgésicos no opiáceos
Si sufres un dolor leve o moderado y quieres eliminarlo, los analgésicos son la mejor opción. A menudo son eficaces por sí solos y reducen la necesidad de tomar otros medicamentos, con lo cual disminuye la posibilidad de sufrir efectos secundarios.
Al igual que los AINE, la mayoría de analgésicos son seguros para el consumo. Puedes comprarlos en la farmacia sin necesidad de receta médica.
Sin embargo, si te pasas de la dosis recetada, debes tener cuidado con los posibles daños hepáticos o renales.
Opioides para aliviar el dolor posoperatorio
Algunos opioides se usan habitualmente para aliviar el dolor posoperatorio. Estos medicamentos suelen recetarse a quienes experimentan un dolor intenso.
Al tomar estos fármacos, se unen a los receptores opioides situados principalmente en el cerebro y la médula espinal; entonces se envían señales por todo el cuerpo, indicándole que no hay dolor. La mayor ventaja de tomar opioides para calmar el dolor es que sus efectos son casi inmediatos. La agonía es reemplazada por una sensación diferente y a veces ligeramente eufórica. Pero, como ocurre con cualquier otro fármaco sintético o semisintético, pueden provocar algunos inconvenientes graves, especialmente si se abusa de ellos.
Efectos secundarios físicos de los opioides
Además de aliviar el dolor, los consumidores de opioides suelen experimentar efectos secundarios físicos. Algunas personas sienten somnolencia, mientras que otras sufren episodios de estreñimiento. Aunque hay quienes podrían considerar estos efectos secundarios como algo normal, experimentar estos síntomas de primera mano no es una situación cómoda, sobre todo después de una cirugía.
Tolerancia y abstinencia
Cuanto más frecuentemente tomes opioides, más fácil será que tu cuerpo desarrolle una alta tolerancia a ellos. ¿Y qué harás en ese caso? Tendrás que aumentar la dosis para sentir los mismos efectos.
Los síntomas de abstinencia que se producen tras dejar de tomar opioides de forma repentina no son nada agradables. Incluyen, entre otros, dolor muscular, náuseas, vómitos y calambres abdominales.
Si has decidido poner fin repentinamente al tratamiento con opioides, te enfrentarás a la desagradable ironía de que los fármacos que supuestamente deberían aliviarte, en realidad te provocan momentos terriblemente incómodos. Por suerte, esto no ocurre a menudo entre los consumidores de opioides cuando los pacientes los perciben como un medicamento y no como una droga recreativa.
Cambios mentales y de comportamiento
Cuando se consumen opioides de forma prolongada, el cuerpo empieza a depender de estos fármacos. El cerebro detiene su producción de ciertas hormonas y neurotransmisores, y en lugar de ello recurre a los opioides para hacer el trabajo.
¿Cuál es el resultado? El cerebro también empieza a responder al entorno de forma diferente. Ciertas señales y estímulos pueden hacer que el individuo se acuerde del fármaco, provocándole un ansia no deseada.
Esta dependencia también puede hacer que algunas personas cometan acciones desesperadas para conseguir la dosis, como robar dinero a un familiar u otros actos deshonestos.
¿Qué dicen las investigaciones sobre el cannabis para el dolor?
Ahora, entremos en el meollo de la cuestión. ¿Qué opina la ciencia sobre el cannabis medicinal para el dolor posoperatorio?
Como sucede con otros hallazgos sobre el cannabis, los expertos han encontrado algunos aspectos positivos y otros negativos.
Cannabis medicinal para controlar el dolor
En un estudio realizado en 2008, los investigadores descubrieron una conexión entre el cannabis y el control del dolor[1]. ¿Cuál es ese vínculo? El sistema endocannabinoide (SEC) de nuestro cuerpo.
Cuando el THC o el CBD entran en el cuerpo, interactúan con los receptores cannabinoides del SEC. En teoría, la activación de estos receptores podría tener el potencial de producir efectos analgésicos y antiinflamatorios que alivien el dolor y reduzcan la hiperalgesia (sensibilidad al dolor anormalmente elevada). Quienes sufren fibromialgia y migrañas están muy familiarizados con ello.
Pero eso no es todo. El THC también puede modular los niveles de dopamina y serotonina, lo que también podría ayudar a reducir el dolor.
Los estudios en curso también están probando el CBD[2] (un cannabinoide no psicotrópico) en modelos celulares y animales de inflamación, para ver si en el futuro podría cumplir alguna función en este ámbito.
¿Marihuana medicinal para reducir el uso de analgésicos?
Los efectos secundarios de los opioides no son el único problema. Otra cuestión importante es la accesibilidad a estos fármacos y la facilidad de abuso o consumo inadecuado.
Sin embargo, estudios recientes[3] muestran cómo el cannabis medicinal podría potencialmente reducir el consumo de opioides. En un estudio se encuestó a 1000 personas que tomaban cannabis para controlar el dolor, y se observó que el 82% de los encuestados pudo reducir o abandonar completamente el consumo de analgésicos de venta libre. Y un 88% pudo dejar completamente los analgésicos opiáceos.
En algunos casos, la gente recurre al cannabis medicinal para evitar los posibles efectos secundarios molestos que provocan ciertos medicamentos. Pero en última instancia, y dependiendo del caso, el consumo controlado de marihuana con fines terapéuticos podría permitir que los pacientes experimenten alivio tomando menos opioides, o incluso prescindiendo totalmente de ellos. Por tanto, las posibilidades de desarrollar tolerancia y dependencia a los fármacos opioides se reducen considerablemente.
El cannabis medicinal como posible puerta de entrada al consumo de opioides
Por otro lado, también debemos tener en cuenta los aspectos negativos del consumo de cannabis medicinal. Como muestra este estudio piloto retroactivo[4] de 2016, el consumo crónico de marihuana podría llevar a un posible consumo de opioides.
En el estudio participaron pacientes de los hospitales de Colorado y Texas que habían sufrido accidentes de tráfico. Se llegó a la conclusión de que el consumo crónico de cannabis posiblemente afecte a la respuesta al dolor, al requerir mayores dosis de analgésicos opiáceos para lograr alivio.
Sin embargo, cabe señalar que esos resultados se observaron específicamente en consumidores crónicos. Quienes consumían de forma esporádica no mostraron diferencias en su deseo de consumir opioides.
Opioides vs cannabis para aliviar el dolor posoperatorio
En teoría, hay un argumento convincente a favor del consumo de cannabis medicinal para calmar el dolor posoperatorio. Pero, si lo analizamos junto a los opioides, la cosa se vuelve un poco más compleja.
Tendencia de adicción
Tanto los opioides como la marihuana tienen una alta probabilidad de ser consumidos en exceso; aunque son diferentes, ambos provocan una sensación de euforia, que hace que sean susceptibles de causar adicción y un consumo crónico. Sin embargo, los síntomas de abstinencia de los opioides son mucho más desagradables.
Por otro lado, para algunos pacientes, el cannabis podría considerarse una alternativa al consumo de opioides. Los efectos secundarios del cannabis son menos desagradables y el riesgo de sufrir una sobredosis letal es prácticamente inexistente.
Accesibilidad
Aquí es donde los opioides tienen cierta ventaja. En cualquier lugar del mundo, estos fármacos están disponibles a la venta siempre que se tenga una receta médica.
Pero este no es el caso del cannabis, que sigue considerándose una sustancia "peligrosa" en muchos países, imponiendo fuertes castigos por su posesión, cultivo y venta. En los Estados Unidos sigue siendo una droga de la Lista I, junto con el éxtasis, la heroína y el LSD. En pocas palabras, el gobierno ha considerado que estas sustancias no tienen "un uso médico aceptado" y suponen un "alto potencial de abuso".
El proceso del alivio del dolor
Existe una diferencia en el modo en que el cannabis y los opioides alivian el dolor. Como hemos mencionado antes en este artículo, los opioides interfieren con las neuronas nociceptivas, lo que hace que tengamos la sensación de que el cuerpo no sufre dolor. Esto ocurre inmediatamente una vez que los fármacos se unen a los receptores opioides.
El proceso con el cannabis es ligeramente distinto. En este caso, están implicados los receptores CB2. La activación de estos receptores podría reducir la sensación de dolor (aunque potencialmente con menor eficacia que los opioides) mediante otros mecanismos que no se comprenden muy bien.
¿Deberías consumir cannabis para aliviar el dolor posoperatorio?
En este debate hay al menos dos corrientes de pensamiento. Un grupo de personas preferirá el cannabis porque, a diferencia de los opioides, sus efectos secundarios suelen ser mucho menos graves. En cambio, otro grupo preferirá los opioides debido a su accesibilidad y a los problemas legales en torno a la marihuana.
El cannabis tiene potencial terapéutico, pero también puede presentar algunas complicaciones, dependiendo del tipo de cirugía que hayas recibido. Por ejemplo, si te has sometido a una operación relacionada con el sistema respiratorio, fumar es totalmente desaconsejable.
Es necesario realizar más investigaciones sobre el consumo de cannabis para reducir el dolor postoperatorio; sin embargo, los resultados actuales parecen prometedores. Además, parece ser que el consumo de cannabis antes y después de una operación quirúrgica es relativamente seguro. Pero es necesario investigar más al respecto.
Para mayor seguridad, es recomendable consultar a un médico antes de tomar cannabis después de una cirugía.
Exención de responsabilidad médicaEl contenido de este artículo se ofrece únicamente con fines informativos. Los datos se han extraído y recopilado a partir de fuentes externas. Royal Queen Seeds y su personal asociado no son responsables del uso o la interpretación que se haga de esta información.
Fuentes Externas
- Cannabinoids in the management of difficult to treat pain https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Antioxidative and Anti-Inflammatory Properties of Cannabidiol https://www.ncbi.nlm.nih.gov
- Could marijuana be an effective pain alternative to prescription medications? -- ScienceDaily https://www.sciencedaily.com
- The grass is not always greener: a multi-institutional pilot study of marijuana use and acute pain management following traumatic injury - PubMed https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
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