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Las autoflorecientes facilitan el cultivo, las feminizadas eliminan la necesidad de sexar las plantas y los híbridos F1 ofrecen una uniformidad sin igual. ¿Son los poliploides la próxima revolución en el mercado de la marihuana? Son plantas más grandes, con más flores y más tricomas. Descubre todo sobre los poliploides, aquí.
La mayoría de las variedades de marihuana están formadas por células que contienen dos grupos de cromosomas, dos de cada padre. Sin embargo, los criadores vanguardistas han creado variedades con tres o incluso cuatro grupos. ¿Por qué importa esto? Porque estas plantas producen cogollos más grandes, más cannabinoides y terpenos, y mejores cosechas en general. Descubre todo lo que necesitas saber sobre la hierba poliploide y cómo podría cambiar el futuro del sector.
Índice:
Al igual que los humanos, la mayoría de las plantas de marihuana son organismos diploides: contienen dos grupos de cromosomas en cada célula (“di” significa “dos”). En caso de que no recuerdes mucho de tus clases de biología, los cromosomas son pequeñas estructuras construidas a partir de ácidos nucleicos que se encuentran en el núcleo de las células. Almacenan información genética y permiten la copia del ADN durante la división celular, también conocida como mitosis.
Cada planta madre transmite 10 cromosomas a la descendencia, lo que significa que las células diploides de la planta de marihuana poseen un total de 20 cromosomas. Los investigadores creen que la diploidía ofrece a los organismos algo parecido a una ventaja de supervivencia[1]. Tener dos grupos de cromosomas no solo significa que las células tienen una copia de seguridad del software si un cromosoma se daña, sino que permite que los genes sanos anulen a los que tienen mutaciones dañinas.
La diploidía también ofrece otros beneficios. La presencia de dos grupos de cromosomas permite que las plantas se adapten mejor a su entorno con el tiempo. Los grupos de genes heredados de ambos padres también proporcionan variabilidad genética a las plantas, lo que aumenta las probabilidades de heredar una mayor resistencia a plagas y enfermedades y otras características deseables.
La gran mayoría de las variedades de marihuana son de naturaleza diploide. Solo un pequeño porcentaje de plantas de marihuana produce de forma natural más de dos grupos de cromosomas. Sin embargo, los criadores de marihuana han desarrollado métodos para crear plantas con tres o incluso cuatro grupos de cromosomas. Esta característica, conocida como poliploidía, tiene excelentes ventajas, pero también algunas desventajas.
La poliploidía ocurre en diversa medida en casi todas las plantas con flores[2]. Muchos de los cultivos agrícolas que se han convertido en alimentos básicos en la dieta humana son poliploides, como las fresas, el café, la patata y la avena. Los criadores de marihuana han descubierto formas de aumentar la cantidad de grupos de cromosomas dentro de las células de marihuana, utilizando tanto la intervención química como el cruce entre variedades diploides y poliploides.
Las variedades de marihuana poliploides difieren de sus equivalentes diploides en varios aspectos, que incluyen:
Por si no te has dado cuenta, el mercado de la marihuana se ha disparado en la última década. A medida que avanza la legalización, aumenta la investigación y el desarrollo. Las empresas están invirtiendo mucho tiempo, esfuerzo y dinero en la creación de plantas/productos de marihuana que aumenten las ganancias y cumplan mejor con las necesidades de los clientes. Hasta ahora, los criadores han creado variedades con niveles más altos de THC, cogollos más grandes, y cosechas mayores y más sabrosas.
Ahora, los investigadores están perfeccionando el concepto de poliploidía para fomentar la marihuana como cultivo agrícola. Mediante tratamientos químicos y cruces, han surgido los siguientes tipos de poliploides de la marihuana:
Las plantas de marihuana poliploides ofrecen una gran cantidad de beneficios y pueden ayudar a los cultivadores a superar el problema de la fertilización cuando se cultiva marihuana a gran escala. Verás, como planta dioica, la marihuana emerge de la semilla como un ejemplar macho o hembra distinto. Las hembras producen flores resinosas ricas en cannabinoides y terpenos (si no se fertilizan), mientras que las flores macho producen polen.
En general, las plantas macho son relativamente inútiles en los cultivos de marihuana. Y no solo eso, sino que disminuyen la calidad de las flores femeninas tras la fertilización, convirtiéndolas de dulces sinsemilla a cogollos con semillas y menos potencia.
El estándar actual de la industria[7] para tratar esta cuestión implica pruebas genéticas antes del trasplante. Como puedes imaginar, esto resulta caro, y requiere mucho tiempo. Sin embargo, tanto las semillas feminizadas como la clonación ofrecen una solución alternativa. La marihuana poliploide podría convertirse en otra opción para los cultivadores comerciales y a pequeña escala que buscan hierba sinsemilla.
Las variedades de marihuana triploides son prácticamente infértiles y rara vez producen semillas, aunque estén rodeadas de plantas macho con polen. Sus extraños grupos de cromosomas afectan los procesos celulares que conducen al desarrollo de semillas.
Las plantas triploides no son exclusivas del mundo de la cría de marihuana. Los horticultores han desarrollado variedades triploides en una gran cantidad de especies diferentes para aprovechar sus beneficios. Por ejemplo, las frutas sin semillas, como las sandías y los plátanos, son triploides. Como no pueden producir semillas, son más agradables para consumir y, por tanto, más atractivas para el mercado.
Al igual que otros cultivos triploides, las variedades de marihuana que poseen tres grupos de cromosomas también ofrecen beneficios clave. Crean más biomasa en términos de hojas y tallos, lo que las hace más valiosas en algunos entornos comerciales. Las flores más grandes también las hacen muy atractivas para los cultivadores, así como para los clientes que buscan grandes cogollos en dispensarios y otros puntos de venta.
Las plantas triploides surgen de forma natural, pero son extremadamente raras. Para crearlas, los criadores primero deben crear variedades de marihuana tetraploides (hablaremos de este proceso a continuación). Una vez que aseguran la genética tetraploide, los criadores deben seleccionar ejemplares diploides adecuados con características interesantes. Cruzar un progenitor tetraploide cuidadosamente seleccionado con un progenitor diploide creará una descendencia triploide.
Ahora eres consciente de cómo las plantas triploides y diploides difieren genéticamente, pero ¿cómo se expresan exactamente estas diferencias? Las diferencias clave que muestran las plantas triploides incluyen:
La marihuana triploide abre un nuevo horizonte para los criadores. Al igual que la llegada de las genéticas autoflorecientes y feminizadas, el aumento de las plantas triploides podría cambiar el sector de la marihuana de muchas maneras. La investigación contemporánea ha observado que estas variedades son realmente prometedoras. Sin embargo, esta innovación todavía se encuentra en fase preliminar, y las plantas de marihuana triploides también tienen algunas desventajas que podrían afectar su adopción entre criadores y cultivadores, tanto comerciales como aficionados.
Técnicamente, sí. Un criador podría cruzar variedades ascendientes diploides y triploides. Sin embargo, los resultados probablemente no valdrían la pena, ya que no contienen la misma cantidad de grupos de cromosomas, y esto puede alterar el proceso reproductivo normal. Además, los triploides casi siempre son estériles, lo que significa que solo hay una pequeña posibilidad de que se conviertan en semillas y, por tanto, de que puedan producir descendencia.
Las plantas de marihuana triploides cuentan sin duda con algunos beneficios impresionantes. Ofrecen mayores cosechas y sin semillas, cogollos grandes y más cannabinoides. Sin embargo, de momento, gran parte de estas variedades están limitadas a laboratorios de investigación. Además, también tienen algunas desventajas. Debido a su reducida fertilidad, si se quiere conservar una descendencia concreta, habrá que mantener indefinidamente una serie de clones. Inevitablemente, esto requiere muchos recursos en cuanto a espacio, iluminación y fertilización.
Además de esto, las variedades triploides son difíciles de crear. Requieren conocimientos de genética vegetal y la capacidad de crear variedades tetraploides como material parental. Siendo realistas, la gran mayoría de los cultivadores a pequeña escala carecen de los recursos y el conocimiento necesarios para hacer su propia genética triploide.
Las plantas de marihuana tetraploides son similares a las triploides en el sentido de que también son poliploides. Sin embargo, en lugar de tres grupos de cromosomas, cada célula posee cuatro, dos de cada padre. Estas variedades son algo más fáciles de crear que las triploides, y pueden verse como un precursor botánico.
Los científicos de plantas crean plantas tetraploides a través de la intervención química. Hay varias moléculas que, cuando se aplican a una planta de marihuana, hacen que las células multipliquen sus cromosomas. Estos compuestos incluyen la colchicina[10], una sustancia química natural que se encuentra en el azafrán de otoño y que interfiere con la división celular. Para lograr el mismo resultado, los investigadores también usan oryzalin, una alternativa menos tóxica.
Las variedades de marihuana tetraploide también poseen características únicas que las hacen interesantes para criadores y cultivadores. Estas cualidades incluyen:
Teniendo en cuenta las impresionantes características mencionadas anteriormente, la marihuana tetraploide tiene un claro potencial. Pero, por ahora, es bastante difícil conseguir cualquier variedad tetraploide. No obstante, puede que las veamos llegar al mercado en un futuro próximo. Es probable que los criadores utilicen esta tecnología para crear variedades que sean más productivas, resinosas, sabrosas y potentes. Seguramente, en algún momento también veremos versiones tetraploides de algunas de las variedades de marihuana más famosas.
¡Sí! De hecho, así es exactamente como los criadores crean plantas triploides. El resultado de cruzar un diploide con un tetraploide es una progenie con tres grupos de cromosomas. Aunque las plantas tetraploides muestran una disminución de la fertilidad femenina en comparación con las diploides, siguen siendo capaces de reproducirse (simplemente crean menos semillas).
Al igual que la genética triploide, las plantas tetraploides muestran algunas características realmente impresionantes y son relativamente fáciles de crear mediante la manipulación química. Sin embargo, también tienen algunas desventajas. Primero, debido a su baja fertilidad, es muy difícil conseguir buenos cruces. También parecen tener una tasa de crecimiento más lenta en comparación con las variedades diploides, por lo que son menos interesantes para los cultivadores que buscan velocidad. Por último, por ahora, permanecen confinadas en un espacio de nicho de cría, y la falta de comprensión de los tetraploides hará que sea difícil trabajar con ellos para la mayoría de los aficionados.
Aunque es una sola especie de planta, hay una industria gigantesca que gira en torno a la marihuana. Lo que comenzó como una planta silvestre, se ha convertido, gracias a la ayuda de la innovación humana, en una planta domesticada y diversa que adopta muchas formas diferentes. Los avances en la cría han dado paso a variedades autoflorecientes y feminizadas, así como a los primeros híbridos F1 verdaderos.
Ahora, parece que los poliploides son los siguientes en salir a conquistar el sector. Así es, ¡la cría de marihuana ha llegado al punto de multiplicar la cantidad de cromosomas en las células de las plantas! Tanto la marihuana triploide como la tetraploide presentan algunas ventajas prometedoras, como cogollos más grandes, más THC y más terpenos. La investigación todavía está en sus inicios, ¡pero seguro que en los próximos años escucharemos mucho más sobre la marihuana poliploide!