Artículos GRATUITOS incluidos
Amount exceeded
.
¿Buscas una variedad de cannabis para cultivar? Si quieres terpenos relajantes, grandes cosechas y plantas pequeñas que ocupen poco espacio, la Purple Kush es ideal. Esta variedad desciende de una genética legendaria y produce hermosos cogollos de color verde-morado. Y gracias a su robusta genética, puede crecer prácticamente en cualquier lugar.
Índice:
Cuando ves la palabra “Kush” en el nombre de una variedad, sabes que te espera algo bueno. Y esto es especialmente cierto en el caso de la Purple Kush. Esta variedad, con una genética índica pura, provoca un colocón contundente que afecta principalmente al cuerpo. Prepárate para quedarte anclado en el sofá mientras disfrutas de aromas a sándalo y fruta. Y en cuanto al cultivo, la Purple Kush produce grandes cosechas tanto en interior como en exterior.
Al ser una índica pura, la Purple Kush atrae a los fumetas y cultivadores que disfrutan de las variedades relajantes. Para mantener una genética puramente índica, los criadores reclutaron variedades autóctonas índicas de Oriente Medio: la Hindu Kush y la Afghani. La primera es conocida por su resistencia, su morfología compacta y su fuerte colocón corporal, mientras que la segunda es muy apreciada por dar buenos resultados en casi cualquier entorno.
La Purple Kush ha heredado las mejores características de cada una de sus variedades parentales. Con una genética 100% índica, produce buenos niveles de THC, diversos terpenos, y unas plantas de tamaño mediano, fáciles de manejar.
En cuanto pruebes sus cogollos, entenderás por qué la Purple Kush se ha vuelto tan popular. Su colocón profundamente relajante la ha convertido en una de las variedades favoritas para fumar por la noche.
Además de sus efectos, su aspecto exótico también contribuye a su popularidad. Los distintos fenotipos pueden presentar distintas proporciones de verde y púrpura durante las últimas etapas de la fase de floración. Los compuestos químicos que contribuyen a los tonos morados del cannabis se denominan antocianinas y aparecen con mayor frecuencia cuando las plantas se exponen a noches más frías.
La Purple Kush fue desarrollada originalmente en Oakland, California, durante las décadas de 1960 o 1970, pero también tiene vínculos genéticos con las montañas del Hindú Kush, que se extienden entre Afganistán y Pakistán. Se dice que desciende de la variedad autóctona Kush original.
Tras popularizarse simplemente con el boca a boca, la Purple Kush ganó aun más adeptos tras aparecer en la lista de las 10 mejores variedades Kush de la revista High Times en 2016, junto a la Vanilla Kush, la Sour Kush y la OG Kush.
La Purple Kush provoca un fuerte efecto corporal. Y no esperes una transición lenta y gradual hacia el colocón; esta variedad pega fuerte y rápidamente. Por eso es mejor abstenerse de fumarla de camino a un evento o reunión, para evitar llegar con un buen ciego. Pero esta fumada tan potente es ideal para las noches tranquilas y los días de descanso, cuando puedes disfrutar realmente de ella. Además, si te cuesta conciliar el sueño por la noche, puede que la Purple Kush te ayude a dormir plácidamente.
Los niveles de THC varían mucho en esta variedad. Según el fenotipo y las condiciones ambientales (como el estrés y la exposición a la luz), la Purple Kush puede llegar a producir hasta un 30% de THC, aunque esto es poco frecuente. En promedio, las plantas producen un impresionante 22% de THC.
Al más puro estilo Kush, esta variedad desprende un intenso aroma a hachís, tanto en los cogollos frescos como secos, así como en el humo que se produce con su combustión. Aunque este olor forma la base de su perfil aromático, también se perciben toques a sándalo, uva y otras frutas. En general, la Purple Kush tiene un sabor y un aroma equilibrados, con toques de fruta y almizcle, sin ser excesivamente dulce o salada.
El aroma de la Purple Kush se debe a los terpenos de sus cogollos. Los tres terpenos más abundantes son los siguientes:
Las plantas de la Purple Kush son bajas y arbustivas, y rara vez superan los 90cm de altura. Esto hace que sean ideales para quienes quieren cultivar con discreción, especialmente al aire libre. También responden bien a las técnicas de entrenamiento; puedes hacer topping en una etapa temprana para favorecer un mayor crecimiento lateral y un desarrollo más uniforme de los cogollos. Además, su resistencia natural al moho hace que puedan cultivarse en exterior sin cobijo, incluso en regiones algo lluviosas.
La Purple Kush atraviesa la fase de floración en tan solo 8 semanas, por lo que es perfecta si buscas una cosecha relativamente rápida. Cuando la planta esté completamente madura, prepárate para cosechar hasta 500g/m² en interior y 800g por planta en exterior.
En general, la Purple Kush apenas da problemas durante el cultivo, pero a veces la germinación puede fallar. Para remediarlo y aumentar tus probabilidades de éxito, deja las semillas en remojo durante 12-24 horas antes de sembrarlas. También puedes tratar las semillas con bacterias ácidas lácticas para reducir la posibilidad de que aparezcan hongos patógenos.
Gracias a su prestigioso linaje de índica pura, la Purple Kush produce un agradable colocón relajante y mantiene un tamaño pequeño durante todo el cultivo. Su perfil terpénico afrutado y almizclado ofrece sabores únicos, y sus altos niveles de THC provocan un colocón que hace efecto rápidamente. Si quieres una buena cosecha en poco tiempo, y no dispones de mucho espacio, deberías sembrar estas semillas. Para experimentar la deliciosa versión de Purple Kush de Royal Queen Seeds, prueba la Purple Queen, una variedad feminizada de dominancia índica con un placentero efecto relajante y apalancador.
Hindu Kush x Purple Afghani | |
450 - 500 gr/m2 | |
80 - 120 cm | |
8 - 9 Semanas | |
THC: 22% |
Sativa 25% Indica 75% | |
650 - 700 gr/plant | |
175 - 210 cm | |
Octubre | |
Calmante, Eufórico |