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By Luke Sumpter Reviewed by: Gloria Payá

Los hongos son una forma de vida fascinante, fundamental para todo tipo de vida en el planeta. Un dato curioso para mucha gente: los hongos son una forma de vida completamente único. Sin embargo, son genéticamente más próximos a los animales que a la plantas. Los hongos juegan un papel fundamental en el ecosistema, descomponiendo los organismos muertos y subproductos biológicos, y liberando los nutrientes de esas fuentes que luego se utilizan en otras partes del ecosistema. Los hongos forman una colaboración simbiótica con ciertas plantas y algas y son en realidad responsables de la supervivencia de múltiples especies. Los hongos crecen en forma de hilos, conocidos como hifas, los cuales, gracias a su enorme superficie, permiten una absorción de nutrientes máxima. 

La conexión cannábica: cómo las micorrizas pueden mejorar la salud de las plantas

La actividad de los hongos puede ser aprovechada y utilizada por los cultivadores para maximizar la absorción de nutrientes por parte de las plantas. Pero, ¿cómo funciona exactamente esta relación? La palabra en este caso es "micorriza".

Las micorrizas son asociaciones simbióticas formadas entre los hongos y las raíces de una planta. Esta relación mutualista tiene lugar en la naturaleza y es una parte fundamental de la vida terrestre. Mediante esta asociación, los hongos y las plantas en cuestión reciben increíbles beneficios recíprocamente, especialmente importantes cuando se intenta maximizar la calidad y la cantidad de las cosechas de marihuana.

La conexión cannábica: cómo las micorrizas pueden mejorar la salud de las plantas

Los hongos tienen acceso constante a una deliciosa recompensa de azúcares y carbohidratos, como la glucosa y la sacarosa, que son sintetizadas por las hojas de las plantas, trasladadas a las raíces y a su aliado fúngico. A cambio, la planta luego recoge los frutos de la mayor capacidad de los hongos para absorber el agua y los nutrientes del terreno donde habitan. Esto se debe a la mayor superficie de las hifas, que son mucho más delgadas que las raíces de las plantas, por lo que son capaces de extraer los minerales de manera más eficiente.

Los hongos presentes también pueden facilitar el acceso de las plantas a elementos esenciales como el fósforo o el nitrógeno, que son primordiales para la salud óptima de la planta, sus rendimientos y la calidad.

La formación de micorrizas también aumenta la absorción de nutrientes. Además, este fenómeno puede proteger a tus plantas frente a diversas amenazas a las que los cultivadores se podrían enfrentar. Las plantas con micorrizas muestran mayor resistencia a enfermedades por patógenos que tienen lugar en el suelo. También tienen mayor capacidad para combatir épocas de sequía que puedan producirse, y toleran mejor el estrés por sales. Incluso son más resistentes a ciertas toxicidades que pueden aparecer en la tierra, como grandes concentraciones de metales.

Cultivando esta relación especial

Los cultivadores disponen de varios métodos para introducir hongos beneficiosos en el suelo. En primer lugar, pueden atraer a las especies micorrícicas que se encuentran en el ambiente próximo a sus plantas. Estas especies existen en la mayoría de suelos, por lo que los cultivadores pueden atraerlas fácilmente de los alrededores y aumentar su población proporcionándoles el alimento adecuado.

Los hongos micorrícicos prosperan con materia orgánica como el compost y otros microorganismos, pero también aprovechan cualquier oportunidad para obtener delicias azucaradas. Al fin y al cabo, los azúcares derivados de la fotosíntesis son la principal razón por la que se unen a las plantas.

Para atraer hongos beneficiosos de los alrededores, solo tienes que añadir fuentes de carbohidratos (como zumo de frutas o sirope de arce) a la tierra. Mezcla 10ml de estas sustancias con 3,8 litros de agua y usa la mezcla para regar las macetas y bancales.

Otra opción es ir a un bosque cercano y coger una colonia de hongos con tus propias manos. Coge un poco de tierra de un bosque libre de polución y contaminantes químicos, y colócala en un cubo. Cuando llegues a casa, inocula tu medio de cultivo con esta tierra rica en microbios.

Por último, también puedes usar productos especialmente diseñados para inocular la tierra. Por ejemplo, el Easy Roots de Royal Queen Seeds contiene una mezcla totalmente ecológica de hongos Glomeromycota que se unen rápidamente a las raíces, aportando nutrientes a la planta a cambio de azúcares vegetales.

Las bacterias ofrecen grandes ventajas

Los hongos no son los únicos microorganismos que habitan el suelo. Una tierra viva y saludable también tiene una red alimentaria abundante en bacterias. Aunque generalmente tienen connotaciones negativas, muchas especies de bacterias se asocian con las plantas de cannabis, ayudándolas a mantenerse sanas y fuertes.

Naturalmente, también existen muchas bacterias malas en el suelo. Sin embargo, las poblaciones saludables de bacterias buenas ayudan a mantener a raya a las bacterias perjudiciales.

Puedes introducir bacterias buenas en el suelo fácilmente usando el Easy Roots Rhizobacter de Royal Queen Seeds. Esta mezcla contiene dos especies de bacterias (Bacillus subtilis y Pseudomonas flavescens) que forman una relación simbiótica con las raíces de las plantas. Estas diminutas formas de vida favorecen el desarrollo de las plantas al fijar el nitrógeno, aumentar la solubilización de los nutrientes y proteger contra las malas bacterias.

El Easy Roots Rhizobacter también incluye un tipo especial de alga llamada Lithothamium. Esta alga protege a las bacterias de la irritación del pH y fertilizantes, y también contiene nutrientes esenciales necesarios para la salud óptima de las plantas.

Micorrizas y rizobacterias: similitudes y diferencias

Los hongos micorrícicos y las bacterias beneficiosas juegan un papel fundamental en la red trófica del suelo. Las especies de ambas categorías descomponen la materia orgánica y hacen que los nutrientes estén en una forma disponible para las raíces de las plantas.

Los hongos micorrícicos se fusionan físicamente con el sistema de raíces y se convierten en una extensión de la red, exudando enzimas en su entorno inmediato, descomponiendo moléculas complejas y llevando nutrientes libres a las raíces. A cambio de esto, las plantas les proporcionan azúcares creados mediante la fotosíntesis.

Las plantas de cannabis también crecen óptimamente con bacterias beneficiosas cerca de sus raíces. Las plantas tientan a estas diminutas criaturas con un cóctel de azúcares. A cambio, las rizobacterias combaten a las bacterias potencialmente dañinas, e incluso ayudan a las plantas a absorber el nitrógeno atmosférico, que es uno de los nutrientes más importantes para la salud y el desarrollo de las plantas.

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