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By Steven Voser

Crear semillas feminizadas

El objetivo de cultivar marihuana es obtener flores resinosas, tricomas y perfiles ricos en cannabinoides. Estas espléndidas cualidades solo se encuentran en las flores hembra. Tener cultivos llenos de hembras sinsemilla, robustas y sin polinizar, significa obtener unos tarros llenos de cogollos crujientes para deleitar tu cuerpo y tu mente.

El único problema es que, salvo que cultives a partir de esquejes, la marihuana produce cerca de un 50% de semillas macho y un 50% de semillas hembra. Así es la naturaleza de esta bestia.

¿No sería genial poder cultivar únicamente plantas hembra a partir de semilla, en cada cultivo?

Aquí es donde entra la técnica de feminización: dos métodos para manipular las plantas de marihuana de forma que solo produzcan hembras a partir de semilla, siempre. Para ser sinceros, no es exactamente siempre. Pero el 99% de las veces es una proporción bastante buena, y podría considerarse totalmente libre del riesgo de que aparezcan machos.

La práctica general tras la feminización consiste en forzar las plantas hembra a producir polen, que se usa para polinizar otras plantas hembra. ¿El resultado? Las semillas serán feminizadas, sin riesgo de dar lugar a ningún macho.


¿Por qué feminizar?

Las semillas feminizadas son súper eficientes para los cultivadores de interior y exterior. De este modo, se evitar malgastar espacio, tiempo y recursos en unas plantas que acabaran desechándose 2 semanas después del cambio de luces a 12-12. Asimismo en exterior, donde una planta grande puede consumir mucho tiempo y recursos en mantenimiento antes de mostrar sus flores en otoño, las plantas feminizadas son una gran forma de reducir la polinización de los cultivos de guerrilla. No hay nada peor que abrirse paso entre los arbustos para llegar a un cultivo bien oculto y encontrar que uno o dos machos han fecundado todas las plantas hembra.

Inhibe el etileno

“Las aplicaciones que reducen el nivel de etileno en los tejidos, o antagonizan la acción del etileno, provocan la formación de flores macho en lugar de flores hembra” — Paráfrasis, Byers et al., 1972.

Para crear sacos de polen macho se pueden pulverizar una serie de mezclas sobre las plantas hembra: benzotiadiazol, ácido giberélico, tiosulfato de plata, nitrato de plata y plata coloidal.

La plata coloidal es, de lejos, la más fácil de conseguir y de hacer. No es tóxica, ni corrosiva, y puede comprarse fácilmente en una farmacia o en internet. El resto de mezclas pueden ser peligrosas, difíciles de encontrar y caras (excepto el ácido giberélico, que puede comprarse en viveros, pero no es tan efectivo como la plata coloidal). Pero, si quieres ver un crecimiento radical en tus plantas, prueba el ácido giberélico. Es un estimulante del crecimiento y hace que las plantas se estiren y estiren.


Preflowers

Técnica 1: Plata coloidal

La plata coloidal es una mezcla destilada a base de agua, que contiene partículas microscópicas de plata en suspensión. La naturaleza de los coloides significa que las partículas nunca se asentarán, y no pueden eliminarse mediante un filtrado normal. Puedes comprar la plata coloidal, o puedes hacerla tú mismo si quieres frikear del todo (ver tutorial al final de este artículo). Tiene varios usos como medicina alternativa. Por ejemplo, en el ser humano se usa como antiséptico, estimulante digestivo y para calmar quemaduras, y en horticultura se usa para control fúngico.

Asegúrate de que tenga una concentración mínima de 15ppm, preferiblemente de 30ppm. Si es inferior a 15ppm, producirá sacos macho con poco polen viable.

Para empezar, selecciona una planta con las características que deseas conservar. La práctica habitual es feminizar esquejes, al conocer ya las características de crecimiento, floración y resina de la madre. Una vez que el esqueje haya enraizado bien, no hay necesidad de un período de crecimiento vegetativo. Solo tienes que plantar el esqueje en una maceta pequeña, darle 1-2 días para recuperarse, y empezar enseguida con un ciclo de luces 12-12. Las plantas productoras de polen no necesitan ser grandes, ya que la marihuana produce enormes cantidades de polen.

Consejo: Cuando hayas seleccionado una planta, haz dos esquejes: uno para feminizar y otro para polinizar. De esta manera, se crea un espacio de cría separado, evitando la inseminación o polinización accidental del resto de plantas del cultivo.

Se puede inducir a las plantas a producir órganos sexuales masculinos hasta la cuarta semana de floración como máximo. Aunque, para los esquejes, se recomienda pulverizar una semana antes del cambio de luces. Si usas una planta cultivada a partir de semilla, espera a que muestre su sexo antes de pulverizarla para asegurarte de que sea hembra.

Pulveriza las plantas a feminizar con plata coloidal a diario y, si puedes, 3 veces al día. Empápalas bien. Haz esto durante 2 semanas, y después deja que las plantas crezcan de forma habitual. Algunos cultivadores dicen conseguir resultados tras rociar las plantas durante tan solo 5-10 días.

Cuando comienza el sexado, empezarán a formarse sacos de polen macho en lugar de cálices y pistilos femeninos. Las plantas macho maduran mucho más rápido que las hembras, y puede sacarse polen viable 3-4 semanas después del sexado de la planta. Algunos cultivadores siguen pulverizando hasta que la planta muestre un crecimiento de los órganos sexuales, para asegurar que el método haya funcionado. Estas plantas deben mantenerse bien aisladas de cualquier hembra en floración. Un saco de polen abierto puede liberar millones de esporas de polen, y solo hace falta una espora por pelito para crear una semilla.

No fumes estas plantas

Tras rociar las plantas con plata coloidal y cosechar su polen, estas plantas pasan a ser desperdicio: tíralas y no te las fumes. Enjuagarlas bien no sirve de nada. La plata coloidal es un tratamiento sistémico absorbido por la planta a través del follaje, y no una aplicación tópica. Ve sobre seguro y deséchalas.


Técnica 2: Rodelización

No producir semillas es un estado antinatural del cannabis. Sin la intervención humana, sería raro encontrar una hembra no polinizada en plena naturaleza, salvo que fuese estéril. Si una planta sinsemilla alcanza su punto de maduración óptima, y en lugar de cosecharla se deja crecer unas semanas más, la planta (gracias a algún proceso fascinante desarrollado a través de la evolución) sabe que no ha sido polinizada. Y en un último esfuerzo desesperado por reproducirse, la planta generará sacos de polen macho para auto-polinizarse.

Esto no es el resultado de un hermafroditismo genético o inducido por estrés. El polen contiene auténticos cromosomas femeninos XX. Al contener toda la genética de la hembra, y ante la ausencia del cromosoma Y, el polen rodelizado solo produce semillas feminizadas; aunque, al igual que con la plata coloidal, de vez en cuando puede aparecer algún macho.

Cosecha del polen y polinización

Para cosechar el polen, hay una serie de métodos de recolección.

  1. Cubre la parte superior de la maceta con plástico o cartón para recoger el polen a medida que cae, o modifica un vaso de plástico para rodear la planta y capturar el polen al caer.
  2. Coloca una bolsa de plástico transparente, perforada en la parte superior para el intercambio de aire, alrededor de toda la planta.
  3. Los cultivadores con una vista entrenada recolectarán cada saquito de polen antes de que explote completamente, para asegurar que recogen cada espora.
Collecting Pollen

Polinizar las hembras es la parte más fácil. Puedes usar varios métodos, en función de la cantidad de semillas que quieras producir.

  • Usando un pincel de acuarelas o cualquier pincel fino y suave, o incluso un bastoncillo de algodón, sumérgelo en el polen recolectado y aplícalo cuidadosamente sobre las flores escogidas. Aunque la punta del pincel contenga miles de esporas viables, suficientes para polinizar toda una planta, gran parte de lo que apliques se quedará pegado a los tricomas en la superficie de los pistilos. Así que sumerge el pincel en tu reserva de polen varias veces, a medida que lo aplicas sobre las flores.
  • Para producir muchas semillas, mete el polen en una bolsa y colócala sobre toda una rama o planta. Agita bien y deja la bolsa puesta durante 24 horas.
  • Es posible polinizar ramas diferentes con polen de cepas diferentes, y tener una planta de cría con 1, 2 o 15 cruces distintos.
  • También es posible auto-polinizar la planta donde se han creado las partes macho. Esto no producirá tantas semillas como polinizar otra planta, ya que debido al proceso de feminización se producen menos flores hembra, y muchas de estas no son viables. 

Cultivar plantas feminizadas

Trata las semillas feminizadas como harías con cualquier otra semilla, pasando de la germinación a la fase vegetativa, y de esta a la floración. Vigilar las plantas es fundamental, ya que quieres lo mejor para tu cultivo. Lo ideal es montar un espacio de crecimiento vegetativo y otro espacio para la floración, donde puedas cultivar algunas plantas, ya que esto permite que tu espacio de cultivo pueda seguir produciendo ininterrumpidamente.

Las plantas creadas con técnicas de feminización son homocigóticas. Esto puede dar lugar a dos efectos, que no podrán valorarse hasta que las semillas hayan crecido. La homocigosidad aumenta los rasgos dominantes o recesivos de la cepa ascendiente en la descendencia, por lo que algunos rasgos deseados e indeseados pueden amplificarse. La genética es una ciencia muy caprichosa.

Del mismo modo que con los cruces estándar entre machos y hembras (que es un proceso heterocigótico), es necesario cultivar varias plantas y seleccionar las mejores como plantas madres y para futuras hibridaciones. Si tienes espacio suficiente puedes cultivar cientos, si no miles, de plantas para poder seleccionar lo mejor de lo mejor entre los fenotipos.

Las fembots son lo máximo

Con un poco de preparación, es posible montar un programa de reproducción feminizado eficaz y disponer de semillas hembras de tus fenotipos favoritos en todo momento. Nunca se sabe, ¡podrías descubrir algo grande!

Feminized Plants

Cómo hacer tu propia plata coloidal

La forma más fácil y relativamente barata (considerando la cantidad de dinero potencialmente ahorrada al no cultivar machos, consumidores de tiempo y recursos) es comprar un generador de plata coloidal, que es la opción más simple para “enchufar y listo”. O también puedes hacerlo tú mismo, lo que resulta bastante sencillo y no requiere ninguna habilidad especial.

La plata coloidal se forma pasando una corriente de un electrodo de plata pura a través de agua destilada. Básicamente, el proceso es esta simple electrólisis. Aunque el agua destilada no conduce muy bien la electricidad debido a su falta de contenido mineral, pasa la suficiente electricidad para crear micropartículas de plata e ionizarla. Suena un poco técnico, pero realmente no lo es.

Qué necesitas

  • Un adaptador de corriente, lo ideal son 9-12 voltios, o una batería de 9 voltios. Se pueden usar voltajes más elevados, pero tienes que saber muy bien lo que haces para no electrocutarte.
  • Cable eléctrico: un trozo para el positivo y otro para el negativo.
  • Agua destilada: la encontrarás fácilmente en tu supermercado. No uses agua del grifo, ya que tiene demasiadas impurezas y podría perjudicar el proceso.
  • Plata pura, con una pureza mínima del 99%. Las monedas de plata son ideales y relativamente asequibles. Pueden comprarse en eBay, vendedores de monedas y casas de monedas. El alambre de plata también funciona, y hay quienes dicen que la soldadura de plata también, aunque no se sabe lo que pueden hacer el resto de metales de estas aleaciones. Usar plata pura es lo más seguro.
  • Pinzas de contacto o de cocodrilo pequeñas, para sujetar la plata.
  • Un medidor ppm.

Cómo se hace

  1. Asegúrate de que el adaptador esté ajustado a 9-12 voltios.
  2. Con unas tijeras o pelacables, pela cada uno de los extremos de los cables.
  3. Conecta firmemente las pinzas de contacto a uno de los extremos de cada cable, para garantizar el buen flujo de la corriente. Lo mejor es soldarlo.
  4. Fija los cables a la terminal positiva (roja) y a la negativa (negra) del adaptador desenchufado, o la batería.
  5. Pon un trozo de plata entre los extremos de cada pinza. Procura que no se toquen entre sí. Llena ¾ de una jarra o recipiente de vidrio con agua destilada. Medio litro será suficientes para dos plantas.
  6. Suspende cada combo de pinza de contacto y plata en el agua, en lados opuestos del vidrio.
  7. Enchufa y enciende el adaptador. Si usas una batería, el proceso se habrá iniciado en el momento en que hayas sumergido los electrodos en el agua.
  8. Pasados 20 minutos, extrae los electrodos y haz una prueba con el medidor ppm. El objetivo es una concentración de 15ppm (0,5) o superior. La mezcla debería adquirir un color dorado pálido.
  9. Al acabar, limpia el óxido negro-plateado de los electrodos de plata y guarda el kit hasta la próxima ocasión.
  10. Guarda la plata coloidal en una botella de vidrio ámbar, en un sitio fresco. Es sensible a la luz y a la temperatura. Pero no la pongas en la nevera.

Collodial Silver

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